Entre la tarde – noche de este miércoles 24 de septiembre y la madrugada de este jueves 25, en Venezuela se registraron varios sismos, entre ellos uno de 6,3 de magnitud con profundidad superficial de 10 kilómetros a las 10:51 p.m., de acuerdo al Servicio Geológico Colombiano. Antes de ese evento, ya se había presentado uno más a las 9:42 de la noche de magnitud 5,3, con una profundidad de 78 kilómetros.
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De acuerdo a Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), los epicentros de los sismos estuvieron alrededor de la zona de Mene Grande, en el estado Zulia. Esta zona, ubicada en el occidente de Venezuela, es fronteriza con Colombia.
Específicamente queda a unos 45 kilómetros al este de Bachaquero y cerca del Lago de Maracaibo, en el estado Zulia.
Las autoridades venezolanas reportaron afectaciones no solo en el estado mencionado, sino en otras ciudades en otras zonas del país como Valencia, Caracas, Barquisimeto y San Cristóbal.
¿Por qué el sismo en Venezuela se sintió tan fuerte en Colombia?
La seguidilla de sismos y réplicas – el Gobierno venezolano reportó que en total fueron 10 sismos y 21 réplicas en solo siete horas – también se sintieron en varias ciudades de Colombia como Cúcuta y Riohacha. Al ser estas pertenecientes a departamentos fronterizos con Venezuela, no genera sorpresa.
Sin embargo, usuario en redes sociales también reportaron que los sismos se sintieron en ciudades más alejadas de la frontera, como Santa Marta, Bucaramanga o Barranquilla.
Todo esto tiene una explicación. El profesor Flover Rodríguez Portillo, geólogo de la Universidad Industrial de Santander, especialista en Gestión Energética y Ambiental de la Universidad de la Salle, dio detalles de lo ocurrido en el vecino país en cuanto a los sismos y la razón por la cual se sintieron en Colombia.
“La zona norte de Sudamérica, donde está Venezuela y Colombia, se ubica en una zona de interacción de placas tectónicas, específicamente la placa del Caribe y la placa de Sudamérica. Y este límite entre estas placas no es una línea solamente, es un sistema complejo de fallas geológicas que en esa interacción pueden generar movimiento y ese movimiento puede generar liberación de energía”, explicó a EL HERALDO.
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Rodríguez añadió que la región donde se registraron los sismos es sísmicamente activa, por lo que no representa algo extraño que se haya presentado la seguilla de sismos y réplicas.
“A pesar de que nosotros tenemos límites geográficos entre nuestros países, las fallas no tienen eso. El subsuelo no tiene límites geográficos y las ondas pueden difundirse en el subsuelo, por supuesto con ciertos parámetros que se relacionan con el tipo de rocas o de materiales que tenemos en el subsuelo, pero independiente de los límites geográficos que tenemos”, apuntó.
Explicó también Rodríguez, actual director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP), que la cantidad de réplicas que se presentan luego de los sismos son normales.
“Imagínense que esta zona de ruptura en el subsuelo, que nosotros llamamos falla geológica, es como una regla de plástico que ustedes empiezan a doblar y cuando se parte no solo se rompe en ese punto, sino que alrededor de esa zona donde se rompió queda algo de tensión, quedan algunas grietas, se desacomodan… El terremoto principal lo que hace es redistribuir las tensiones internas en las rocas alrededor y esa redistribución de tensiones puede generar que otras partes de la falla o fallas cercanas se deslicen, se muevan y generen réplicas que usualmente son más pequeñas en magnitud que el terremoto principal que es un poco lo que vimos con esos terremotos subsecuentes, un poco menores en magnitud”, manifestó.
Respecto al tema de por qué se sintió tanto en ciudades colombianas alejadas de la frontera con Venezuela, el profesor Flover Rodríguez Portillo lo explicó de la siguiente manera: “Colombia y Venezuela compartimos una zona de interacción de placas tectónicas, lo que genera este tipo de sismicidad este tipo de terremotos… Es muy común que en ambos países haya ocurrencia de terremotos en todo momento, incluso en ese momento pueden estar ocurriendo terremotos y no los sentimos porque seguramente la magnitud es muy baja. Nosotros somos vecinos de Venezuela, podemos llamarlo un edificio geológico. Si nuestro vecino de al lado golpea fuerte la pared pues el ruido lo vamos a escuchar. Eso es muy normal porque el ruido son ondas de sonido que viajan a través de diferentes medios. En este caso sería una pared".
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Añadió: “Entonces es común que independiente de dónde ocurra el terremoto, especialmente dependiendo de la profundidad y de la magnitud, pueda sentirse a kilómetros de distancia. Y esto es lo que pasó en este caso. A pesar de que el epicentro, digamos, está en el occidente de Venezuela, en el Zulia, el terremoto fue muy somero, menor a 30 kilómetros de profundidad, incluso hubo algunos del orden de 10 kilómetros de profundidad, y tuvo unas magnitudes altas. Entonces esa mezcla de profundidades someras y magnitudes altas hace que unas ondas que nosotros llamamos ondas superficiales puedan viajar más lejos. Y además, esas ondas tienen la característica de que se atenúan de manera más lenta. Es decir, cuando yo grito, las personas que están más cerca de mí escuchan el sonido fuerte y las que están más lejos, escuchen menos fuerte”.