El país continúa consternado por la tragedia que se registró en Amalfi, Antioquia, en la que 13 policías murieron tras el derribo de un helicóptero UH-60 Black Hawk de la institución. El hecho, ocurrido este jueves 21 de agosto en la vereda Los Toros, se atribuye al Frente 36 del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, bajo el mando de alias Calarcá.
De acuerdo con las autoridades, el ataque se ejecutó mediante un dron cargado con explosivos, lo que marcó un precedente en la forma de operar de estos grupos.
Fuentes de la Fuerza Pública confirmaron que detrás de la acción estuvo Óscar Javier Cuadros Zea, alias Chejo, cabecilla de esa estructura y beneficiario de la suspensión de órdenes de captura en el marco del proyecto de paz total. El director de la Policía, general Carlos Triana, precisó que en la ofensiva los criminales usaron diferentes modalidades de explosivos en contra de la aeronave, lo que provocó su caída y la muerte de los tripulantes.
Lo que se conoce sobre alias Chejo
El nombre de alias Chejo ya había generado polémica meses atrás. El 23 de julio de 2024, el Ejército detuvo en Antioquia una caravana de la Unidad Nacional de Protección en la que se movilizaba alias Calarcá junto a otros integrantes de las disidencias. En los vehículos viajaban también personas sin reconocimiento oficial dentro del proceso de paz, entre ellos alias Chejo y alias Firu. Tras varias horas de tensiones, ambos fueron liberados.
Tras ese episodio, alias Chejo escaló en la estructura disidente hasta convertirse en jefe del Frente 36, que opera en el nordeste antioqueño. Según fuentes de inteligencia, fue desde esa posición que lideró el ataque en Amalfi.
El ataque contra el helicóptero dejó 13 muertos
La magnitud del atentado contra la fuerza pública provocó reacciones inmediatas. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, condenó el atentado y aseguró que se desplegaron “todas las capacidades institucionales” para evacuar a los sobrevivientes y perseguir a los responsables.
Por su parte, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, recordó que desde junio se habían emitido alertas sobre el deterioro de la seguridad en la región sin que se adoptaran medidas concretas.
Inicialmente, el presidente Gustavo Petro había informado de ocho policías muertos y ocho heridos; no obstante, la cifra de fallecidos aumentó con el paso de las horas, confirmándose recientemente un total de 13 víctimas mortales.
Ola de violencia en el país
El derribo del helicóptero en Antioquia no fue un hecho aislado. En menos de 24 horas, otras dos acciones violentas sacudieron el país.
En Cali, un carro bomba explotó el jueves en inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, dejando siete muertos, 78 heridos y cuantiosos daños materiales en viviendas, vehículos y locales comerciales. La Fiscalía atribuyó el atentado a la disidencia Jaime Martínez de las Farc y reportó la captura de dos presuntos responsables. El alcalde Alejandro Eder aseguró que la ciudad no se doblegará ante el terrorismo y que se reforzarán las medidas de seguridad.
Horas más tarde, en la madrugada de este viernes, un nuevo ataque con explosivos estremeció a Florencia, Caquetá. Hacia las 3:00 a.m., un artefacto detonó en el barrio San Isidro, cerca de la Alcaldía. Aunque no se registraron víctimas, la onda expansiva causó daños materiales y generó pánico entre los habitantes. Según las autoridades locales, el hecho estaría relacionado con presiones extorsivas de grupos ilegales.
Frente a esta cadena de atentados en Cali, Amalfi y Florencia, el presidente Gustavo Petro anunció que el Estado Mayor Central, la Segunda Marquetalia y el Clan del Golfo serán declarados organizaciones terroristas.