Cese el fuego: ¿es viable un acuerdo de paz en Gobierno Petro con cuatro grupos armados y el Eln?

Quizá el desconcertante desmarque del Eln del cese el fuego bilateral anunciado por el propio presidente Gustavo Petro previamente sacó de los reflectores el gran reto que sugiere el intento de silenciar los fusiles de los otros grandes grupos armados ilegales y criminales del país: las disidencias de las Farc, los desertores de la Segunda Marquetalia, el Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada.

Por ello, EL HERALDO les preguntó a varios expertos si ven realizable este primer paso de la política de la paz total o si, por el contrario, complicará las cosas.

Los analistas indicaron que aunque el sueño de estas comunidades golpeadas por la violencia es poder vivir un poco más en paz, sin crímenes, masacres, desplazamientos y confinamientos, el asunto no será fácil por múltiples factores.

El desmarque. El 31 de diciembre la Casa de Nariño aseguró que se decretaba el cese el fuego bilateral con todos esos grupos, 'en respuesta a la solicitud de las comunidades de los territorios más amenazados por la violencia. (...) Se han recibido cartas de la sociedad civil, de la Iglesia y de muchas organizaciones comunitarias pidiendo el cese de la violencia'.

Así mismo, reportó que el cese tendrá 'verificación nacional e internacional a cargo de la ONU, OEA, la Defensoría y la Iglesia'.

Luego, el 2 de enero, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su complacencia: 'El secretario general acoge con beneplácito el anuncio del presidente de Colombia sobre el cese al fuego de seis meses con los grupos armados', señaló en una declaración su portavoz del ente multilateral.

'En diversas oportunidades hemos señalado que el Eln solo cumple lo que se discuta y se acuerde en la Mesa de Diálogos', agregando que su delegación 'no ha discutido con el gobierno de Gustavo Petro ninguna propuesta de cese el fuego bilateral'.

La polémica. Enseguida, el jefe de la delegación del Gobierno, Otty Patiño, reconoció que el cese fue una propuesta en la mesa, pero que nunca 'se llegó a una conclusión'.

'Ese tema, si bien se planteó en el primer ciclo, nunca se llegó a una primera conclusión', insistió en medios, indicando además que este será 'el primer tema' que se abordará en la siguiente ronda de negociaciones, que está previsto que arranque este mismo mes de enero en México.

Las medidas. Tras una reunión extraordinaria en Palacio el 3 de enero, el ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada, anunció el 4 de enero que suspendían 'los efectos jurídicos' del decreto de cese con el Eln: 'Ante la posición asumida públicamente el día de ayer, (...) hemos decidido suspender los efectos jurídicos del Decreto 2657 del 31 diciembre de 2022 y en el siguiente ciclo (de negociación) se reactivaría el diálogo'.

Invitó además 'a esta organización a declarar una tregua verificable en respuesta al imperativo de las comunidades étnico territoriales y campesinas'.

Y aseguró que las demás organizaciones aceptaron el cese: 'El Estado Mayor Central de las Farc-EP está comprometido', la Segunda Marquetalia 'ha manifestado su compromiso' y las Autodefensas Gaitanistas o Clan del Golfo y las Autodefensas de la Sierra Nevada 'ratifican su compromiso'.

Finalmente, indicó el portavoz que se creó mediante otro decreto una instancia de alto nivel conformada por el ministro de Defensa, el comisionado de Paz, Danilo Rueda, y el director nacional de Inteligencia, Manuel Casanova, para definir con cuál grupo se negocia políticamente y con cuál judicialmente.

Finalmente ayer la Fiscalía, por pedido de Petro, ordenó suspender por 15 días las órdenes de captura y extradiciones de tres representantes de las disidencias de las Farc para abordar el cese bilateral.

Andrés Macías, Ph. D. en estudios de paz y conflicto, opina que el anuncio del cese bilateral con los cuatro grupos al mismo tiempo 'es muy complejo, muy retador para la fuerza pública, porque si bien son ceses bilaterales entre el Gobierno y cada uno de los grupos, lo cierto es que los grupos también tienen enfrentamientos entre ellos y será muy difícil para la fuerza pública no adelantar acciones ofensivas contra uno o contra otro cundo estos grupos se estén enfrentando entre sí y la población civil esté en medio, porque muy seguramente tendrá que intervenir para proteger a esa población y ahí entraría a violarse posiblemente el cese'.

Observa además el investigador de la Universidad Externado que 'hay otro punto que me resulta bastante inquietante y es que en lo que he podido mirar de los decretos no solamente se habla de acciones ofensivas por parte de las Fuerzas Militares, sino de acciones policiales, y cuando se mete con acciones policiales estamos yendo más allá, porque la Policía está encargada de garantizar seguridad a la población, y si se dice entonces que la Policía no puede operar allí entonces no se va a poder enfrentar a economías criminales, que es algo muy perjudicial y que puede por el contrario incentivar y robustecer la financiación ilegal de estos grupos a través de esas rentas criminales'.

Y puntualiza Macías que el anuncio del cese hace parte de las iniciativas del Gobierno por mostrar resultados rápidos y tangibles en su idea de paz total, que 'sin duda alguna puede llegar a reducir los niveles de violencia en los territorios donde operan esos grupos, y digamos que sería uno de los resultados esperados (...) pero sería algo como ponerle pausa a ese entorno de violencia a menos de que se logren resultados encaminados a desmantelar las redes que tienen, identificar las rutas que manejan, y otros elementos que uno esperaría que sucedieran en medio de un cese'.

César Niño, Ph. D. en derecho internacional, magíster en seguridad y defensa, cree que 'un cese al fuego en esta oportunidad tiene que medirse con gran filigrana por parte del Gobierno porque significaría por supuesto un avance en las negociaciones: en esta oportunidad lo que hay que pensar es que es el Eln quien tiene que dar confianza al Gobierno y no al revés, porque ha sido el Eln quien ha desmentido al Gobierno y no el Gobierno al Eln'.

Frente al cese decretado con las demás organizaciones, considera el catedrático de la Universidad de La Salle que 'no todos los grupos armados deberían entrar en la agenda de un cese al fuego por parte del Estado colombiano. La pregunta es dónde está el sometimiento a la justicia, dónde está el imperio de la ley, y por supuesto también dónde está el Estado, porque el Estado lo que tiene que hacer es buscar la manera de desincentivar la creación de grupos armados o desincentivar la permanencia de individuos en grupos armados'.

Y concluye que aquí lo interesante es 'ver un poco cómo va evolucionado la mesa de negociación en México, porque el Gobierno no puede, por el afán de construir una paz total afanosa, permitir que se desemboque en nuevos conflictos y violencias, y lo digo por la inercia de la violencia y de los conflictos armados'.

El coronel (r) John Marulanda, presidente de Acore, advirtió que 'la ‘patrasiada’ del Gobierno frente al Eln con el supuesto cese bilateral del fuego, que no lo fue, pues es un indicador claro de cómo este gobierno está improvisando especial y particularmente en los asuntos relacionados con la seguridad nacional. Lo que podemos esperar ahora es una acción fuerte del Eln para demostrar en la mesa de diálogos, que probablemente se inaugure en México a finales de este mes, que ellos tienen suficiente poder armado para poner contra la pared al Gobierno'.

Por su parte, el senador oficialista e integrante de la mesa de paz con el Eln, Iván Cepeda, ha escrito en Twitter al respecto: 'Al Gobierno se le pueden hacer muchos reproches, pero no decir que no le importan la vida y el bienestar de las comunidades en los territorios. Su decisión de buscar cese al fuego es correcta e imperativa. No se trata de un asunto ‘metodológico’. (...) Las comunidades que padecen la violencia, la zozobra del conflicto armado, el dolor de la muerte, el miedo que provocan los armados, son en realidad las verdaderas expertas en materia de paz. Su voz es la primera que debe ser escuchada. Su clamor de cese al fuego es el mandato'.