Alfredo de la Espriella se retira del Museo Romántico

El historiador Alfredo de la Espriella Zabaraín decidió retirarse del Museo Romántico por su estado actual de salud, que le impide continuar con este “legado invaluable”.

En una carta a la opinión pública, De la Espriella Zabaraín informó que entregó la dirección del Museo a la Junta Directiva de la Fundación Museo Cultural de Barranquilla, en “cuyos hombros recae la responsabilidad de continuar con esta magna obra”

En la comunicación, el historiador destacó que a través de los años el Museo ha sido referente para conocer la historia de la ciudad y ha permitido incentivar entre los jóvenes el aprecio por la historia y el amor por la cultura y las artes.

El siguiente es el texto completo de la carta del historiador Alfredo de la Espriella:  

El Museo Romántico de Barranquilla, fundado por mí, gracias a la generosa donación de su residencia, de las hermanas Carmen y Ester Freund Strunz, para convertirla en templo de la cultura y patrimonio de la ciudad, cuya finalidad es conservar el testimonio de la historia y los personales de Barranquilla a través del tiempo.

El Museo abrió sus puertas el 7 de abril de 1983 y alberga objetos, fotografías, documentos originales, archivo que permite transmitir conocimientos sobre la historia de nuestra urbe desde su primitivo hábitat a orillas del río Magdalena hasta el desafío cosmopolita y moderno de nuestra capital, considerada como la más importante del Caribe colombiano.

A través de todos estos años, el Museo Romántico se convirtió en referente y oportunidad para incentivar el aprecio por la historia y el amor por la cultura y las artes, y para mí en búsqueda incansable para dejar a Barranquilla un legado invaluable. A ellos dedique cada esfuerzo de mi vida.

Espero que la ciudad continúe la labor emprendida y mantenga la importante obra del Museo Romántico como recordatorio del arte y la cultura como elemento diferencial de nuestra región.

Me retiro del Museo Romántico de Barranquilla por la única razón que no me permite continuar con mi labor cabalmente. El paso de los años es impostergable y nos afecta a todos. A mí, de manera definitiva, en mi actual estado de salud.

Gracias Barranquilla por haberme acompañado en mi caminar buscando dejar un legado de identidad cultural y artístico para mis conciudadanos, con mi profundo amor por mi ciudad.