La pobreza es la principal barrera para acceder a los alimentos. Después de la pandemia, la recesión económica ha venido golpeando a los hogares del Caribe colombiano, llevando a que se reconfiguren los rubros destinados a cubrir distintos gastos, entre ellos, la alimentación.
{"titulo":"¿Por qué se ha aumentado la inseguridad alimentaria en el Caribe colombiano?","enlace":"https://www.elheraldo.co/atlantico/caribe-colombiano-la-region-con-mayor-inseguridad-alimentaria-en-el-pais-1013439"}
Mientras camina por el mercado público de Barranquilla, Dioselin Laguna aseguró que ha disminuido la cantidad de productos que lleva mensualmente a su hogar debido al alto precio que tienen.
'El presupuesto no está alcanzando para comprar de todo. Antes traía un promedio de $200.000 para comprar verduras, frutas y lácteos, pero ahora con esa cifra no puedo comprar todo lo que compraba antes', sostuvo la mujer en diálogo.
Antonio Vergara, otro comprador, sostuvo que el incremento de los precios de los alimentos se ha sentido con fuerza durante este mes. Indicó que los alimentos más caros han sido el plátano y la yuca, que se habían convertido en una alternativa para diversificar el menú en medio de la carestía.
'Los plátanos están por unidad a $1.800 y $2.000, mientras que la papa sí se ha mantenido estable', indicó.
{"titulo":"Anuncian instalación de PMU tras la llegada del fenómeno del Niño en Uribia ","enlace":"https://www.elheraldo.co/la-guajira/la-guajira-uribia-se-prepara-ante-la-llegada-del-fenomeno-del-nino-1013963"}
Tedy Barros, propietario de un establecimiento de frutas y verduras en el mercado público de Barranquilla, aseguró que –en la actualidad– la fluctuación de los precios de los alimentos tiene relación con la variabilidad climática del país y el efecto en la producción agrícola.
'Algunos productos que para esta época tenían buena oferta, hoy están escaseando. Tenemos muchos productos que están escaseando, entre ellos, algunas frutas como la mandarina y la patilla', sostuvo el comerciante, quien calificó este ciclo como 'irregular'.
Se mostró preocupado ante la posibilidad de que el fenómeno de El Niño agudice la situación, puesto que podría incrementar los precios en que ellos reciben los alimentos.
'El que venía programado a llevarse tres libras de cebolla roja, que está ahora en $3.500 libra, de pronto disminuye a una o no la lleva y reemplaza. No tiene sentido trabajar un producto perecedero corriendo el riesgo de que este en depreciación y no sea de la dinámica que tradicionalmente se hacía', sentenció.
Leonardo Mulford, gerente de Granabastos, dijo que el comportamiento de las compras ha sido 'atípico', puesto que las personas ahora llegan entre 3 y 4 veces a la central mayorista para hacer compras pequeñas, mientras que antes realizaban una o dos visitas semanales y eran compras más grandes.
'Si comparamos el abastecimiento y el ingreso de carga a Granabastos entre 2022 y 2023 estamos en un 3 % por encima de la carga que había ingresado el año anterior, lo que quiere decir que están comprando más. Lo que cambió fue el hábito o la frecuencia de visita de los compradores a Granabastos', precisó.
Las cifras
Según un reciente estudio presentado por el Dane y la FAO, el 28,1 % de los hogares de Colombia se encuentran en condición de inseguridad alimentaria moderada o grave. Eso quiere decir que los hogares disminuyeron la cantidad y calidad de sus alimentos debido a falta de dinero y otros recursos.
Los departamentos más golpeados por esta situación son: La Guajira (59,7 %), seguido de Sucre (47,9 por ciento), Atlántico (46,1 %) y Magdalena (45,3 %).
El panorama
Santiago Mazo Echeverri, nutricionista y experto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indicó que existen limitantes para el acceso de alimentos en algunos departamentos debido a la crisis financiera que a atraviesan los hogares.
Expuso que otros factores como el deterioro de los recursos naturales y la presencia del fenómeno de El Niño también tienen incidencia en el panorama de seguridad alimentaria.
'En un corto plazo tenemos que implementar estrategias de mitigación de riesgos que nos ayuden a pasar este fenómeno de El Niño y que nos ponen un reto adicional de poder asegurar que no se afecte de manera significativa la producción de alimentos y su acceso', indicó.
{"titulo":"Tenía casa por cárcel en Barranquilla y lo sorprendieron en Córdoba","enlace":"https://www.elheraldo.co/cordoba/tenia-casa-por-carcel-en-barranquilla-y-lo-sorprendieron-en-cordoba-1014043"}
Sobre dicho fenómeno natural, el experto de la FAO indicó que 'nos impondrá retos grandes, pero yo soy optimista en que pueden mejorar si se implementan los programas y se toman las decisiones correctas'.
Expuso que existe una alarma debido a que el Caribe colombiano concentra un gran porcentaje de familias con inseguridad alimentaria grave o moderada.
Al respecto, Mazo expuso que se ha detectado que en seis departamentos del Caribe vienen presentando una problemática relacionada con el deterioro de sus suelos, que genera afectaciones en el proceso de producción de alimentos.
Con relación a posibles salidas, el experto de la FAO expuso que el Estado puede abordar varias estrategias encaminadas a disminuir o minimizar los indicadores de inseguridad alimentaria en el país.
Según un reciente informe presentado por el Dane, más de 15 millones de colombianos se encuentran en esta condición, de los cuales, 2.6 millones es considerada como grave.
'Las respuestas deberían estar enfocadas en estrategias que ataquen el hambre aguda, a través de transferencias de recursos, empleabilidad, mejoramiento de vivienda, acceso a servicios públicos y todo lo que le dé herramientas a estas personas para acceder a los alimentos', expuso.
El experto de la FAO se mantiene 'optimista' en términos de que Colombia pueda lograr la meta de hambre cero al 2030. Sin embargo, recalcó que 'eso implica implementación de estrategias y de programas de largo aliento con inversión de recursos de manera sostenida y en factores estructurales'.
Zona rural en Atlántico, con mayor riesgo de inseguridad alimentaria
Luis Humberto Martínez, secretario de Desarrollo Económico del Atlántico, habló sobre los factores han afectado la seguridad alimentaria en la región Caribe.
Indicó que la génesis de esta situación corresponde a la pandemia, cuando hubo dificultad para adelantar labores de campo.
Señaló que en el área rural del Atlántico se evidenció mayoritariamente esta afectación, que también tiene relación con la consecución de semillas e insumos.
'Eso incidió para que se bajara la producción de alimentos en el Atlántico', dijo.
Una vez se detectó dicha situación, sostuvo, la administración departamental implementó el programa ‘Semillas de Vida’ entregándoles insumos a productores agrícolas del Atlántico para garantizar seguridad alimentaria.
De esa forma se ha logrado beneficiar a más de 7.200 productores de manera directa con semillas de maíz, ahuyama, melón, patilla, frijol y algunos insumos para sacar adelante estas cosechas con producciones de más de 7.300 hectáreas sembradas.
'Durante estos años logramos hacerle frente a esta situación que se venía presentando de baja producción alimentaria o con insumos o productos que pudieran llegar a satisfacer esta necesidad en el departamento del Atlántico', señaló Martínez.


