Para atender a las familias que resultaron afectadas por las lluvias de los últimos días en las diferentes localidades de la ciudad, el Distrito anunció la declaratoria de calamidad pública.
Las medidas de la declaratoria cobijan a la comunidad residente en los barrios Carlos Meisel, Loma Roja y La Manga. En este último sector se registró el desplome de al menos 11 viviendas por deslizamientos de tierra.
'Ante la situación que se presentó por un régimen y frecuencia atípica de lluvias de acuerdo con el Ideam que conllevó a la saturación de los suelos', comunicó la Alcaldía
También indicó que son alrededor de 300 familias afectadas por las lluvias y advirtió que se está validando el censo por parte de la Oficina de Gestión del Riesgo, con apoyo de la Defensa Civil y el grupo Ponalsar de la Policía.
Las personas que se encuentran en las zonas de alto riesgo serán evacuadas temporalmente y se les brindará un auxilio de $350.000 al mes, durante tres meses. Además, se atenderá a los demás sectores que resulten afectados por esta segunda ola invernal.
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Visita a la zona
El alcalde Jaime Pumarejo realizó una visita a la zona de emergencia por deslizamientos en el barrio La Manga para establecer cuál sería el plan a seguir para mitigar los riesgos de la comunidad.
'Estamos buscando que primero se estabilice la situación. Eso se hará mediante la entrega de ayuda humanitaria, para que puedan tener un recurso disponible para mudarse', dijo el mandatario.
Agregó que se realizará un censo por todo el sector, con el fin de determinar el número de familias que están en alto riesgo y dar inicio a un proceso de mitigación. 'Sabemos que hay diversos sectores que fueron catalogados –en el último estudio de riesgo– como de alto riesgo y más allá de cualquier razón por la que hay gente viviendo ahí hoy están viendo que sus casas se destruyen'.
Pumarejo también expuso que tendrán que empezar un proceso para determinar a qué subsidio puede aplicar cada uno de ellos. 'Son subsidios que permitan acceder a vivienda con una cuota muy baja, al mismo tiempo es necesario que ingresen a otros programas', indicó.
El alcalde anunció que el Centro de Oportunidades –dependencia de la Secretaria de Desarrollo Económico– realizará un barrido en la zona para identificar a la población en edad productiva y que no se encuentra laborando.
'Vamos a mandar a las empresas de Barranquilla una petición especial y es que sean solidarios con ellos. Estas personas quieren trabajar y si tuvieran un trabajo de calidad probablemente podrían mitigar su situación de riesgo. Tendrían las herramientas para pescar por ellos mismos', sostuvo.
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La comunidad
Alrededor de once casas se han desplomado en el barrio La Manga debido a los deslizamientos que se han presentado desde la madrugada del jueves.
En sillas, hamacas y colchonetas, los damnificados han pasado los últimos días a la espera de que lleguen las ayudas anunciadas por las autoridades.
'Estamos viviendo una dificultad grande por este deslizamiento, aunque no hay pérdidas humanas sí se nos fueron todas las cosas por las que hemos trabajado tanto. Nos preocupa esta situación porque vemos soluciones temporales, pero después qué va a pasar con nosotros y nuestras familias', manifestó Alexander De la Hoz, uno de los afectados.
Destacó que algunas casas ubicadas en la parte trasera de la loma de La Manga, que pertenecen al sector de Nueva Colombia, ya comienzan a verse afectadas por los movimientos de la tierra.
'De este lado, el barro ya está llegando a esas casas, le pedimos a Dios que tome el control de esto, que no llueva y deje de moverse la arena porque de lo contrario en unas horas se caen esas también', aseveró el hombre.
Una situación similar vive Josefa Díaz, quien es originaria de San Pablo, Bolívar, y reside desde hace unos años en esta zona.
La mujer aseguró que no ha sido tenida en cuenta y que su vivienda no está incluida en el censo que desde el jueves se ha venido realizando en la zona.
'Por acá pasan muchas personas que ni siquiera están afectadas con las ayudas que está dando la Alcaldía, pero a mí que de verdad no tengo nada tampoco me han tenido en cuenta para el censo', dijo la mujer.
Josefa contó que su casa aún no ha colapsado; sin embargo, la arena que se ha desplazado poco a poco ha ingresado y teme que en algún momento se desplome.
'Yo vivo aquí con una hija, nosotros somos desplazadas y todos estos días nos ha tocado dormir en sillas en la terraza de la casa porque no tenemos para dónde irnos', puntualizó Díaz.
