La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) dio a conocer, este lunes, que se expidió el auto para dar inicio al trámite de evaluación de la solicitud de licencia ambiental para las obras de espolones en el corregimiento de Santa Verónica, en jurisdicción de Juan de Acosta.
Dicho trámite, de acuerdo con la entidad, se adelantará conforme a lo establecido en el decreto 1076 de 2015 e “incluye la evaluación del estudio de impacto ambiental presentado por la Gobernación del Atlántico.
“Con este Auto de Inicio se garantiza que las obras avancen bajo estrictos controles, protegiendo a las comunidades y previniendo impactos ambientales. La Anla reitera que, incluso en situaciones de emergencia, su compromiso es con la legalidad, la responsabilidad ambiental y el bienestar colectivo”, expuso la Anla.
En la misma línea, indicó que se ordenaron una serie de medidas de obligatorio cumplimiento durante la ejecución de las obras de espolones en el corregimiento de Santa Verónica, en jurisdicción de Juan de Acosta.
Dichas intervenciones, que fueron autorizadas de manera excepcional, comprenden la construcción de los espolones 1, 2 y 3 y el relleno hidráulico de playa en este sector del departamento para hacer frente al fenómeno de erosión costera.
En ese sentido, dichas medidas se encuentran orientadas a la prevención, mitigación y corrección de posibles impactos durante la ejecución de la obra. Entre ellas se encuentran control del ruido y de las emisiones generadas por la maquinaria; prohibición de vertimientos y gestión adecuada de residuos sólidos y peligrosos e implementación de sistemas de drenaje temporal y manejo de aguas para prevenir inundaciones y afectaciones en las comunidades locales.
Además, se insta a la protección de la flora y fauna, con énfasis en la revegetalización, así como en el rescate y la reubicación de especies silvestres, el manejo adecuado del material de dragado y almacenamiento seguro y autorizado de materiales de construcción, la ejecución de programas de socialización y comunicación permanente con la comunidad, incluyendo reuniones informativas y de seguimiento y el desarrollo de un Plan de Gestión del Riesgo para prevenir y atender contingencias durante la construcción.
“Estas disposiciones buscan prevenir y controlar impactos sobre el medio ambiente y las comunidades, aplicando el principio de precaución y los más altos estándares de control ambiental”, expuso la Anla a través de un comunicado de prensa.
La entidad expuso que dicha decisión se adopta en un contexto de creciente retroceso de la línea costera, documentado mediante estudios técnicos y verificaciones en terreno, que evidencian riesgos inminentes para la infraestructura vial, turística y habitacional, así como para los medios de vida de la población local: “Estas intervenciones buscan mitigar el impacto de la erosión costera y proteger tanto los ecosistemas como la estabilidad social y económica del territorio”.