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Los altos costos de la energía, el cuidado ambiental y los incentivos tributarios han impulsado el desarrollo de proyectos fotovoltaicos en techos de viviendas, comercios e industrias. Lo que hace más de una década era una inversión inalcanzable, hoy se ha convertido en una alternativa cada vez más al alcance de los usuarios en la región Caribe.

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En los últimos meses, el Gobierno nacional ha venido fomentando el programa Colombia Solar, que busca impulsar la instalación de paneles solares en hogares de estratos 1, 2 y 3. En su momento, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma aseguro que la meta del Gobierno es darle punto final al esquema de subsidios.

“Estos que terminan en las empresas distribuidoras, en este caso de la región Caribe, en Afinia y Air-e, queremos reemplazarlos por programas de autogeneración, por paneles solares para la ciudad”, dijo el funcionario de forma reciente.

Este programa también está dirigido a las economías populares, como las tiendas de los barrios, que al tiempo que se benefician porque sus costos de la factura bajan, pueden vender los excedentes a la red.

“Necesitamos que las alcaldías nos puedan ayudar a cofinanciar este programa y que los operadores de red nos ayuden a eliminar tantos obstáculos administrativos y burocráticos a la hora de adelantar los trámites para asignar los puntos de conducción”, explicó Palma.

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Mientras este plan avanza en el país, en el sector privado se vienen dando, a pasos agigantados, la implementación de sus propios proyectos de autogeneración de energía.

Son varios los factores que explican el crecimiento. Según datos de empresas del sector, el precio de los paneles solares ha caído en los últimos años, mientras que las tarifas eléctricas han ido en alza, lo que mejora la rentabilidad de estos sistemas.

A esto se le suman los beneficios tributarios establecidos en la Ley 1715 de 2014, como la deducción de renta del 50 % de la inversión y la exención de IVA para componentes como paneles e inversores.

De acuerdo con Luis Díaz Torres, director de la empresa EPC Energy Group SAS, “los costos han bajado y la demanda de energía ha crecido, haciendo más viables estos proyectos”.

Sin embargo, advirtió que persisten barreras como la desconfianza de algunos consumidores y la demora en los trámites con operadores de red para instalar medidores bidireccionales.

“El problema es que el operador de red, Air-e, a veces demora mucho en dar la autorización para el cambio de medidor. Debería tomar tres meses, pero se puede demorar hasta un año,”, expresó el experto.

Este tipo de medidores es el que le permite al usuario no solo aprovechar la energía generada gracias al sol, sino que además los excedentes que puedan tener durante un periodo los vendan a la misma empresa.

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Actualmente, este tipo de proyectos se puede instalar de acuerdo con las necesidades de cada usuario. Explicó que en muchos casos hay residencias que solo lo necesitan para el uso del aire acondicionado. En este caso, tal vez necesiten una planta de 3 o 4 kilovatios.

Desde su experiencia, trabajan en instalaciones con una capacidad de 10 kilovatios en adelante en el sector residencial, comercial de las pequeñas y medianas empresas, que corresponde a proyectos desde los $36 millones.

Para Patricia González, quien reside en Villa Carolina y optó por instalar paneles solares en su vivienda, su “dolor de cabeza” cada mes era el pago de la factura de la empresa Air-e.

El alto costo del recibo de su vivienda, en estrato cuatro, la “obligó” a tomar la decisión de instalar en el techo de su residencia un sistema fotovoltaico con una capacidad de 10 kilovatios.

“Hice cuentas y vi que lo que gastaba en luz podía invertirlo en un préstamo para pagar paneles solares. Antes pagaba entre $12 y $1.5 millones mensuales, llegando en ocasiones a $1.8 millones, pese a usar el aire acondicionado solo tres horas en la noche”, señaló.

Mientras espera el cambio a un medidor bidireccional ya pudo ver los resultados en el primer recibo que bajó a $450.000.

CortesíaLa instalación de proyectos fotovoltaico en viviendas viene en aumento.

Amplia oferta en el mercado

Actualmente, en el mercado existe gran variedad de oferta para la instalación de estos proyectos fotovoltaicos.

En la región Caribe, gracias a las condiciones geográficas que le permite tener una buena radiación solar, la mayor parte del día cada día crece el interés por estos sistemas.

Sin embargo, advierten los expertos, se tiene que tener en cuenta que en días nublados o lluviosos no se producirá la misma energía.

Uno de los sectores que más ha mostrado interés en aprovechar las bondades de la radiación solar es el sector comercial e industrial.

Recientemente se inauguró en el hotel Pradomar, ubicado en Puerto Colombia, un ambicioso proyecto solar. En el que se instalaron en las cubiertas del hotel 196 paneles solares con una capacidad de generación de energía de 112 kilovatios de potencia. Lo que le permite una reducción de 18 kilogramos de CO2 por año, lo que equivale a sembrar 121 árboles.

Para Samuel Álvarez Torres, gerente y propietario del hotel, tomar la decisión de dar el paso a la autogeneración de energía no fue fácil. Sin embargo, analizando los costos y beneficios, entre los que incluyó el ambiental, sostenibilidad y económico, dio el paso para realizar el proyecto.

Uno de los grandes temores era el alto costo de la inversión y el tiempo de recuperarla: “Es una inversión alta y uno no sabe si va a funcionar. Pero la empresa que realizó el proyecto nos dio garantías y acompañamiento. Y ya vemos los resultados: el recibo bajó más del 60 %”.

orlando amador

La inversión que realizó fue de $465 millones y, de acuerdo con la proyección, la va a recuperar en máximo dos años.

Aunque la parte económica es muy significativa, para este hotelero, lo más importante y lo que más han valorado los turistas que se alojan en este emblemático hotel es el impacto ambiental.

“Muchos turistas valoran eso. Además, mantuvimos la infraestructura intacta; solo usamos techos. Y toda la planta laboral es de la región, lo que también refleja nuestro compromiso social”, afirmó.

El encargado de desarrollar este proyecto fue Daniel Higueras, gerente general de Smart Solar, una empresa colombiana, con 10 años de trayectoria y más de 200 proyectos en varios departamentos del país: “Nuestro enfoque está en proyectos industriales y comerciales”.

Para este empresario, la curva de crecimiento de instalación de proyectos fotovoltaicos ha sido exponencial. Uno de los motivos es que son de larga vida útil. “Un proyecto, con equipos y materiales de alta calidad, tiene una vida útil de más de 80 años. Es una inversión que trasciende generaciones”, aseguró.

Beneficios a la comunidad

Además, señaló que el retorno de la inversión hoy en día es mucho más rápido que antes; puede estar entre dos o tres años como máximo. Adicional a esto, está la ventaja de que puede inyectar los excedentes de energía a la red eléctrica, que, aunque no se pague el mismo valor con el que se compra, sí se compensa con el consumo que tienen en las horas de la noche, cuando ya los paneles solares no producen energía y se debe tomar de la red eléctrica, en este caso en el Atlántico de la empresa de Air-e.

A esto también se le suman los beneficios que recibe la comunidad. El hotel, al generar su propia energía, alivia la carga de la red. Eso reduce los cortes de energía en el vecindario. Además, “reduce pérdidas de transmisión y ayuda a las finanzas públicas”, explicó Higuera.

Las desventajas

Una de las desventajas de la energía solar es que en horas de la noche no funciona, a menos que se cuente con baterías.

Al respecto, un experto sostuvo que la instalación de paneles solares en viviendas y negocios no implica dejar de utilizar la red eléctrica. “Es importante tener en cuenta que quienes opten por la energía solar deben continuar conectados a la red”, explicó.

Y agregó que las baterías ofrecen autonomía solo por pocas horas, tienen baja potencia, su costo es elevado y requieren reemplazo cada cinco o seis años. Además, a esto se le suma que son más contaminantes. “En muchos casos no es recomendable el uso de baterías, por lo que se recomienda complementar con la red y recomendar plantas de respaldo a diésel si el cliente quiere respaldo total”, puntualizó.