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Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto, Mayo Clinic ha publicado una guía completa para resolver las principales inquietudes de las madres sobre alimentación y consumo de medicamentos durante este período crucial.

Las cifras en Colombia revelan un panorama preocupante: apenas el 36,1% de los bebés entre 0 y 6 meses reciben lactancia materna exclusiva, una proporción que disminuye al 33,1% en poblaciones de bajos recursos, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS). Estas cifras están por debajo del promedio mundial del 43% reportado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el país se ha propuesto alcanzar el 50% para 2031.

Los expertos enfatizan que una alimentación balanceada es fundamental para garantizar la calidad de la leche materna. “Las madres deben concentrarse en decisiones saludables que favorezcan la producción de leche”, explican los especialistas, recomendando alimentos ricos en proteínas como carne magra, huevos, lácteos, frijoles, lentejas y mariscos con bajo contenido de mercurio.

La diversidad alimentaria durante la lactancia no solo beneficia a la madre, sino que también prepara al bebé para la transición a alimentos sólidos. “Si ingieres una variedad de alimentos diferentes durante la lactancia, el sabor de tu leche materna cambiará, exponiendo al bebé a sabores distintos que facilitarán la aceptación de alimentos sólidos más adelante”, señalan.

Para las madres vegetarianas, la institución médica subraya la importancia de seleccionar cuidadosamente alimentos ricos en hierro, proteína y calcio. Las lentejas, cereales enriquecidos, productos integrales y verduras de hoja verde oscuro son excelentes fuentes de hierro, mientras que los huevos, productos lácteos y fuentes vegetales como la soja proporcionan las proteínas necesarias.

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Medicamentos durante la lactancia

Uno de los mitos más extendidos es que todas las madres lactantes deben suspender cualquier medicamento. Sin embargo, los especialistas aclaran que “casi todos los medicamentos que están presentes en la sangre se transferirán a la leche materna en cierta medida, pero la mayoría lo hacen a niveles bajos y no representan un riesgo real para la mayoría de los bebés”.

La clave está en la evaluación individualizada. “Todos los medicamentos deben ser analizados por separado por parte del médico”, explican los expertos, quienes enfatizan que generalmente “los beneficios de continuar un medicamento, por ejemplo para una enfermedad crónica, suelen ser mayores que los posibles riesgos”.

La autorización médica previa es indispensable para cualquier medicamento, incluyendo productos herbales, sustancias naturales, vitaminas en dosis altas y suplementos. Los especialistas también recomiendan consultar sobre el momento óptimo para tomar la medicación, ya que “tomar los medicamentos inmediatamente después de amamantar puede ayudar a minimizar la exposición del bebé”.

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Restricciones para lactar

En cuanto al alcohol, no existe un nivel seguro en la leche materna, y las madres deben evitar amamantar hasta que se elimine completamente del organismo, proceso que toma entre 2 y 3 horas por bebida estándar.

El consumo de cafeína debe limitarse a no más de 2 o 3 tazas diarias, equivalente a 16-24 onzas de bebidas cafeinadas, ya que puede inquietar al bebé o alterar su sueño. Respecto a los pescados y mariscos, aunque son excelentes fuentes de proteína y ácidos grasos omega-3, las madres deben evitar especies con alto contenido de mercurio como el pez espada, la caballa real y el blanquillo.