El vallenato está de luto. A sus 63 años, falleció Leónidas Moya Fula, guitarrista y una de las voces más queridas de este folclor, tras luchar durante más de 14 años contra un tumor cerebral que le fue diagnosticado en 2010. Su partida deja un vacío en los escenarios, pero también en el seno de su familia.
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Su hermano, Sergio Moya Fula, habló con EL HERALDO entre lágrimas y orgullo para recordar la historia musical de Leónidas, un artista que desde joven mostró una sensibilidad única por la música y un talento desbordante con la guitarra y la segunda voz.
“Leonidas arrancó su carrera con Farid Ortiz en los años 80, desde ahí fue ascendiendo como el mejor segunda voz del vallenato”, relata Sergio. “Después lo vimos con grandes como Iván Villazón, Diomedes Díaz, Jorge Oñate, Beto Zabaleta y Fabián Corrales. En todos los discos importantes lo llamaban a él para hacer los coros. Era el invitado de lujo”.
Creador del Trío de Oro
Pero más allá de los acompañamientos a leyendas del género, Leónidas Moya también fue protagonista. En 1995, junto a sus hermanos Sergio Moya Jr. y Freddy Moya, fundaron el Trío de Oro: Los Hijos de Sergio Moya Molina, agrupación que reivindicó el vallenato en guitarra, un formato más íntimo, pero cargado de sentimiento.
“Él era guitarrista con un estilo único. Yo le compuse una canción llamada Mi hermano y mi guitarra, en la que le expreso todo lo que siento por él. Esa canción nació una mañana en la que lo vi llorando mientras tocaba, fue algo que me nació dle corazón”, cuenta Sergio, visiblemente conmovido.
Leónidas era el segundo de los hermanos Moya. Deja siete hijos, entre ellos a la locutora y presentadora de televisión Leoniris Moya ‘La Chica Leo’, quien ha hecho carrera en medios como Olímpica Stereo. “Él siempre se sintió orgulloso de ella, era un padre amoroso, un hermano entrañable y un amigo de todos”, agrega Sergio.
A nivel personal, quienes lo conocieron destacan su nobleza. “Era el hombre más noble del mundo, nunca lo vi con rabia, siempre estaba cantando o leyendo, por eso todo el mundo lo quería”, afirma su hermano.
Además de ser corista y guitarrista, Leónidas también dejó varias composiciones. Aunque solo algunas fueron grabadas, su familia guarda con cariño muchas letras inéditas que podrían ver la luz como homenaje póstumo.
Pese a su enfermedad, nunca dejó de cantar. La primera operación fue un éxito, y durante más de una década continuó con presentaciones junto a sus hermanos. Sin embargo, en los últimos dos años, el tumor regresó con más fuerza.
Su velación se realiza en la funeraria Recordar, y su sepelio tendrá lugar este jueves a las 9:00 a.m. en Jardines de la Eternidad. Sus familiares invitan a amigos, colegas y admiradores a despedir a un hombre que vivió por y para la música.
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Leónidas Moya Fula no fue una estrella mediática, pero su voz, su guitarra y su espíritu noble lo convirtieron en un ícono del vallenato de verdad, ese que se canta con el alma. Su legado seguirá vivo en cada nota, en cada coro y en cada acorde de guitarra que recuerde el folclor vallenato en su estado más puro.