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Inspirado en el impacto positivo que generó un conjunto de ilustraciones que creó en su pequeña hija Mariana de Jesús, de 6 años de edad, el artista e ingeniero costeño Ernesto Herazo tomó la decisión de crear la Fundación Pop Mágico, con el propósito de incentivar un imaginario de paz en niños y jóvenes, obteniendo como resultado, un verdadero cambio social en las futuras generaciones.

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Fue en el 2012, desde la fría capital, que este hombre nacido en Chinú, Córdoba, comenzó esta travesía, que hasta hoy, ha logrado entregar excelentes resultados a las comunidades permeadas por el conflicto armado.

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La fundación, ha buscado atrapar de manera espontánea y real en el arte, la cultura, tradiciones y raíces, que rebasan los limites patrimoniales de la identidad propia de la historia de su tierra.

'Nosotros trabajamos proyectos relacionados con la ciencia, el arte, la cultura y tecnología, con la ayuda de cooperantes como el Ministerio de Cultura y el gobierno americano, exactamente con USAID, que es una agencia para el desarrollo internacional', anotó.

‘Sueños de paz’

Cooperar con colegios públicos, es uno de los principales objetivos de la fundación. Esta vez, se realizó un trabajo social con los habitantes de un municipio en el Caribe colombiano, en el que el arte jugó un papel importante.

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'En este proyecto, estamos ejecutando un trabajo muy bonito en ocho instituciones educativas que son públicas, en el municipio de San Juan de Nepomuceno, Bolívar, para apoyar la cátedra y cultura de la paz, en niños y adolescentes, por medio de la creación y difusión de experiencias artísticas', contó.

Una miniserie audiovisual

El proyecto en los Montes de María, produjo la realización de una miniserie llamada ‘Memorias de San Juan’, la cual propone al espectador, cinco cortometrajes que muestran distintos escenarios y diálogos surgidos de la cotidianidad de la vida sanjuanera.

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'Queremos que esta miniserie sea de interés nacional. Hay un capítulo que se llama ‘Bolita uñita’, que es un juego muy tradicional en ese municipio, otro que se llama ‘Tres de mayo’, en el que aparecen unos chicos bailando Son de Negro, hay uno en el que hablamos del grado de los jóvenes, y otro en el que se toca el tema del cine que alguna vez hubo en ese municipio', contó.

Esta producción fue rodada al natural con jóvenes de veredas del municipio, quienes explicaron lo que significa para ellos, los juegos y cultura de la que hacen parte.

Ilustraciones de esperanza

Los sueños más anhelados de los niños, son llevados al arte pop mágico, que significa energía positiva del árbol de la vida, en la que se combinan elementos de la cultura popular, con colores vivos y llamativos, que crean un mensaje irónico y lúdico.

La fundación logró crear una colección de al menos, 523 ilustraciones digitales, resultado del proceso de la participación de 881 estudiantes de la zona rural y urbana de San Juan Nepomoceno, desarrollando narrativas útiles para el futuro.

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Trabajar con distintas comunidades, requiere del apoyo de un grupo de profesionales que se encargan de cada área, porque su idea, igualmente es mostrar el cambio, cediéndole el protagonismo a los niños.

'Tenemos un gran equipo de trabajo que logra conectar con cada historia que contamos en nuestras páginas y redes sociales. El productor audiovisual Andrés Martínez Ramírez, tenemos a dos escritores de cuentos infantiles que son Andrés Elias Flores y John Jairo Junieles, está Clara Robayo que se encarga de las comunicaciones y hay otros que ocupan roles importantes', contó.

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Ha sido un recorrido que comenzó en Cundinamarca, luego en Santander. Actualmente hacen aportes sociales en Bolívar, siendo tres fases las que parten de este proceso, las cuales son: creación, producción y difusión, para ganar experiencia a nivel artístico.

Las instituciones que hicieron parte de estos proyectos en Bolívar, en compañía de la Secretaría de educación Municipal durante nueve meses fueron: San Agustín, La Haya, El Jobo, San José del Peñón, La Floresta, San Pedro Consolado y Barranquillita.

Los niños, han acogido con alegría y gran expectativa los talleres y actividades que la fundación les brinda, tomándose con personalidad la idea de ser artistas en un futuro, sin olvidar que alguna vez fueron niños, porque según Herazo, esa es la esencia y la clave de su labor.

'Todos los proyectos son únicos, cada niño lo hace especial, porque nosotros lo que buscamos es identificar los imaginarios de paz que tenemos, y no perder nuestro niño interior'.