'La docencia es algo que llevo en la sangre'. Así resume Angely Luz Escobar García su gran pasión por la enseñanza y la comunicación de saberes que tanto éxito y buenos resultados le han traído a lo largo de su vida.
Esta mujer de 66 años carga tres títulos que la avalan y la respaldan en ese arduo camino de la docencia. Es normalista de la Normal Departamental del Atlántico, licenciada en Educación Artística de la Universidad del Atlántico y especialista en Lúdica de la Universidad Los Libertadores.
'Desde muy niña jugaba a ser maestra y siempre tenía esa facilidad de comunicar y me gustaba ver cómo lo que yo enseñaba tenía buena receptividad. En el colegio los profesores me decían que yo había nacido para ser maestra y no sé equivocaron. Me fui perfilando por ese camino y lo que mi ser me indicaba que hiciera hasta llegar a donde estoy ahora', recordó.
Desde 1997 y hasta la fecha se ha desempeñado como maestra de básica primaria en la Institución Educativa Técnica Comercial Alberto Pumarejo, ubicada en el municipio de Malambo. Su peculiar forma de dictar su cátedra la ha puesto, con la velocidad de las redes sociales, delante de millones de miradas a nivel mundial.
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A través de la lúdica, que se traduce en bailes y música folclórica, enseña a los menores las diferentes áreas del conocimiento.
La profe Angely, como le dicen sus estudiantes, contó que el impacto causado por la pandemia a muchas familias la motivó a intensificar su divertida metodología de estudio para poder rescatar, además del folclor, esa alegría que el virus del covid-19 arrancó de la vida de los niños en ese momento.
'En Malambo el covid atacó brutalmente, muchos niños perdieron a sus mamás y varios miembros de su familia. En 2022 recibí un grupo de niños atípico, producto de la pandemia, que estaban temerosos y con mucha tristeza. Fue allí donde intensifiqué lo que yo sabía hacer y vi que podía, a través de las letras que encierran nuestros ritmos musicales, adaptarlas a las asignaturas y enseñar de manera divertida el conocimiento', relató.
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Bullerengue, tambora, vallenato y toda la música del Caribe colombiano se convirtió en parte fundamental de la educación de estos estudiantes del colegio Alberto Pumarejo del municipio de Malambo. Una apuesta para el rescate de la pluralidad cultural de nuestro país.
'Los niños mostraron muy buena receptividad, poco a poco fuimos escarbando toda esa alegría que había quedado sepultada por el covid y fuimos otra vez aflorando esa alegría y la esencia de ser Caribe', apuntó Escobar, quien agregó que 'hay que revolucionar la educación desde las aulas para que los niños tomen más interés por asistir a las clases y formarse'.
Cómo ejemplo de la metodología de enseñanza mencionó la carranga ‘La cucharita se me perdió’ del maestro Jorge Velosa, en dónde a través de la historia que allí se cuenta se podría explicar el tema de la narración. Dijo que los estudiantes adaptan la letra de la canción a sus propias experiencias y con pensamiento crítico responden a preguntas que pudieran surgir de la actividad. Así sucede con otras canciones.
'De esa manera diferente y divertida los niños se apropian más del conocimiento, a veces aprenden sin darse cuenta. Ellos están muy felices', anotó.
Angely Luz Escobar tiene dos hijos, el primero es Licenciado en Finanzas y la segunda es Instrumentadora Quirúrgica. Actualmente vive con su hijo y su hermana en el icónico Barrio Abajo.
Señaló que el haber crecido en este sector de alta influencia cultural y muy carnavalero la ayudaron a potenciar ese gran amor por el arte y la cultura.
La ‘profe’ es muy reconocida en varios puntos de Latinoamérica y el mundo. Un video en dónde se mostraba bailando y cantando, como método de estudio, en compañía de sus alumnos se viralizó rápidamente por las redes sociales. Contó que en la calle la identifican muchas personas y exaltan su labor como docente.
Hace cinco años viene formando un emprendimiento de artesanías. Una vez culmine su etapa docente a los 70 años se dedicará a la venta de estos accesorios, que hoy día tiene ubicado en un stand en Villa Country. Su nombre también es muy peculiar: Artesanías ‘El Perendengue’.
Sobre el modelo de enseñanza implementado precisó que vale la pena replicarlo en otras instituciones educativas en el departamento del Atlántico.
'El método aplicado ha dado buenos resultados que merece ser replicado en otras instituciones. Vale la pena aplicar la pedagogía de la música, la danza y la lúdica porque los niños lo están pidiendo. Este proyecto ganó el primer lugar en el Foro Educativo de Malambo e iremos a Bogotá a representar el municipio en estos espacios pedagógicos', finalizó la docente.





















