Víctor Gaviria es uno de los directores de cine colombiano más importantes e influyentes de la historia.
Sus retratos de contextos marginales, de violencia, de la calle, han llenado la retina de muchos desde hace más de 30 años.
El antioqueño con su película La vendedora de rosas puso a Colombia en el mapa del cine mundial, logrando una nominación a la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes.
El cineasta ha dedicado su vida detrás de la cámara para darle visibilidad a los excluidos, su cine es un retrato de lo que somos como país en ciertos contextos de ciudades que se mueven con rapidez, sin importar el otro.
El afamado director estuvo invitado por la Fundación La Cueva para el lanzamiento del mismo en la ciudad de Barranquilla y estuvo en el centro de Reeducación El Oasis. Por último, se organizó un foro en la Cinemateca del Caribe, en la que se proyectó su película La mujer del animal.
En ese contexto, Gaviria, habló con EL HERALDO de su nuevo libro El campo a fin de cuentas no es tan verde, que escribió cuando joven y de su cine.
Pregunta: Siempre lo hemos conocido en su faceta como cineasta mayormente, ¿qué lo atrae de la literatura?
Pregunta: ¿Qué significa este libro para usted?
Pregunta: ¿Cómo fue su salto al cine?
Pregunta: ¿Por qué decide hacer cine sobre la realidad?
Pregunta: ¿Cómo es trabajar con actores naturales?
Pregunta: ¿Qué tienen los actores naturales que lo atraen?
Pregunta: Entre cada película que ha hecho hay un tiempo de receso considerable, en 2016 estrenó su último trabajo, ¿viene en camino un nuevo largometraje?
Pregunta: ¿Cómo se llama la nueva película y de qué trata?
Pregunta: ¿Quiénes son los protagonistas de esta historia?
Pregunta: ¿Qué lo inspira?
Pregunta: ¿Existe una industria cinematográfica colombiana?
Pregunta: Usted ha inspirado a muchos cineastas, ¿qué importancia tiene para usted?
Entre el fútbol y la salsa
Víctor Gaviria es un confeso hincha del Independiente Medellín, en su juventud fue futbolista de colegio y con los amigos. 'Soy hincha de un equipo ganador y perdedor a la vez como el Medellín. Ya por la edad no juego, pero me sigue apasionando este deporte'.
Por otro lado, la salsa es su género musical predilecto. Le encanta escuchar la radio como en las épocas de antaño. No le gusta las redes sociales, confiesa que vive atrasado en el tiempo porque nunca se entera de nada. 'Yo soy salsero, me encanta la clásica, como los de mi generación. Me he perdido de muchas cosas por no estar en redes, pero vivo tranquilo'.




















