Cebar a tiburones para atraer turistas, un problema creciente en San Andrés
Nacor Bolaños, coordinador de Áreas Protegidas de Coralina, explicó en diálogo con EL HERALDO cuál es el panorama en la isla con el incremento de esta mala práctica.
Imprudentes y peligrosas prácticas contra la fauna marina en San Andrés han empañado en los últimos meses el atractivo turístico de la isla. El más reciente caso se registró en la tarde del miércoles 3 de abril, cuando un hombre fue capturado por usar a un perro fallecido como cebo para atraer tiburones en una zona arrecifal.
Nacor Bolaños, coordinador de Áreas Protegidas de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Departamento Archipiélago, Coralina, contó a EL HERALDO que el hecho fue conocido por las autoridades gracias a dos videos difundidos en redes sociales en los que se veía al sujeto arrojar al animal al agua y luego dos tiburones devorándolo.
“Este tipo de actividades son consideradas cebo de animales. Es una mala práctica que consiste en arrojar desperdicios al mar, como el canino fallecido del miércoles o pedazos de cuero de vaca, entre otros desechos que provocan que esos tiburones tigre y otras especies que normalmente viven en zonas profundas y tienen hábitos nocturnos lleguen cerca de la costa a tratar de alimentarse”, explicó Bolaños.
Afirmó que este caso ocurrió en la misma zona del costado occidental de la isla en la que murió en marzo pasado un turista italiano por mordedura de tiburón, de la misma especie vista esta semana y que es protegida nivel nacional.
“Ese tiburón que atacó al turista extranjero estaba cerca de la costa precisamente porque lo venían cebando”, aseguró.
Bolaños apuntó que esta práctica no solo pone en riesgo la seguridad de las personas, sino que también afecta el turismo y desata acciones represivas contra los animales, que están en su hábitat natural.
“Este tipo de situaciones nos generan muchas preocupaciones puesto que le están cambiando el comportamiento normal a las especies marinas. Si estas especies se encuentran cerca de la costa van a tener un mayor contacto con la comunidad y en esta zona confluyen turistas, buzos, pescadores artesanales, entre otros, lo que hace que se incremente el riesgo para ellos”, dijo.
Aunque alimentar a los tiburones para atraerlos no es una práctica reciente en San Andrés, sí se ha registrado un incremento en los últimos meses.
“En años anteriores se tenía conocimiento de estos casos de manera muy esporádica, pero este año la comunidad ha reportado muchos más casos y se producen en la zona que va desde la Cueva de Morgan hasta el sector de Nirvana, aproximadamente”, señaló Nacor.
El coordinador de Áreas Protegidas de Coralina detalló que el aumento de esta práctica coincide con el periodo de reactivación económica de la isla tras el devastador paso del huracán Iota y la pandemia de la covid-19. Lo que quiere decir que la motivación principal es captar mayor flujo de turistas ofreciendo el avistamiento de estos animales.
“Lo que hemos detectado es que algunos negocios de ventas de comidas y similares, así como personas no hemos logrado identificar pero que están registradas en algunos vídeos, han venido desarrollando esta actividad desde varios meses atrás con la intención de tener animales grandes cerca para incrementar el turismo en esa zona”, precisó.
Bolaños afirmó que a raíz de la muerte del ciudadano italiano en marzo, las autoridades reforzaron los controles y que Coralina se encuentra trabajando en una nueva regulación que prohíbe la ceba de fauna silvestre en el archipiélago que será emitida “próximamente”.
