Se veía venir. Junior pagó caro su conformismo, su desorden y su estrategia ultradefensiva para tratar de sellar una victoria valiosa ante Bucaramanga, en la noche de este lunes en el estadio Alfonso López, de la capital de Santander.
El equipo rojiblanco, que se había puesto en ventaja con un buen gol de Luis ‘Cariaco’ González en el período inicial, se olvidó del arco contrario prácticamente en todo el segundo tiempo, se defendió al garete en los últimos 15 minutos y en el último suspiro Carlos Henao, verdugo frecuente de los ‘Tiburones’, sacó un bombazo que estalló en las redes de la portería de Sebastián Viera y empató el juego 1-1.
Un golazo que derrumbó la montonera desatinada con la que Junior encaró la agonía del juego y que frustró la posibilidad de lograr el cuarto triunfo consecutivo y un gran botín de puntos para ubicarse mejor en la tabla de posiciones.
En vez de salir en busca de más goles ante una de las peores defensas del torneo, los rojiblancos renunciaron al ataque y se dedicaron a hacer un toque insulso y a quemar tiempo cuando todavía quedaban muchos minutos.
Junior, que experimentaba y estrenaba a Gabriel Fuentes en la función de interior izquierdo ante la ausencia de Fabián Sambueza, se vio un tanto desacomodado al principio. El samario parecía desubicado, aunque con el correr de los minutos encajó mejor.
‘El Tiburón’ controló el juego, a pesar de sus constantes imprecisiones en medio de la circulación del balón. Varias veces se cometieron errores no forzados en la entrega, pero en defensa no había grandes sustos, más allá de la perseverancia del argentino Alejandro Quintana, que con su gran talla protegía bien el balón e intentaba propiciar jugadas.
Sin embargo, Hómer Martínez, con mucha determinación y firmeza, se las arregló para desarmarle las pretensiones al espigado y barbudo atacante gaucho.
Sherman Cárdenas y Álvaro Meléndez también insistían en buscar el arco de Sebastián Viera y en un par de ocasiones inquietaron con dos remates cruzados y rasantes que llevaron peligro, especialmente el pateado por el atacante cartagenero.