Con el objetivo de impulsar el desarrollo económico y productivo de las comunidades artesanas wayuu, en La Guajira se ha puesto en marcha la iniciativa ‘Banco de Hilos’. Se trata de un modelo colectivo para garantizar el acceso sostenible a materias primas esenciales para la producción artesanal.
Se trata de un sistema de préstamo comunitario que ha logrado cambiar la lógica de escasez por una de responsabilidad compartida, permanencia y dignidad productiva. En ese sentido, ya ha beneficiado a 330 familias de artesanos en el departamento.
“Anteriormente, los hilos entregados a las comunidades para elaborar sus artesanías se agotaban rápidamente. En pocos meses, muchas rancherías quedaban sin insumos y, por tanto, sin posibilidad de continuar su actividad económica. Con el Banco de Hilos, después de casi cuatro meses, las comunidades siguen produciendo y el insumo sigue circulando”, explica Pablo Hincapié, coordinador de desarrollo económico e innovación de ACDesarrollo, que desarrolló el modelo.
A través de esta metodología, el artesano solicita una cantidad específica de hilo, según el producto que desea elaborar, y se compromete a restituirlo. Una vez finaliza la pieza y logra venderla, devuelve exactamente el mismo volumen que recibió. De este modo, el insumo vuelve al banco y puede ser utilizado por otro miembro de la comunidad, asegurando su disponibilidad de manera continua.
El modelo se desarrolló en un ejercicio participativo con las comunidades, donde se identificaron los hilos y colores que estarían disponibles; para ello, cada grupo seleccionó la gama cromática que tradicionalmente utiliza en sus tejidos. Además, la gestión del banco se le asignó a la figura reconocida por la comunidad, como la autoridad tradicional o una persona delegada, con el objetivo de fortalecer el control interno y fomentar el sentido de pertenencia y la autonomía.
Tan solo en 2023, las mochilas wayuu generaron más de $35 millones en ingresos para artesanos colombianos, según un informe de la Universidad Cooperativa de Colombia. Además, el sector artesanal en el país ha experimentado un crecimiento del 23 % en los últimos años, con un aumento sostenido en la producción y exportación de artículos hechos a mano, de acuerdo con cifras del Dane.
En este sentido, el Banco de Hilos se convierte en una herramienta para preservar la tradición, dinamizar la economía popular y construir oportunidades sostenibles para las comunidades Wayuu.
Aunque nació en La Guajira, esta iniciativa comienza a expandirse hacia otros territorios como el departamento del Magdalena, teniendo en cuenta que la metodología ha demostrado ser una herramienta eficaz para dinamizar la economía local, promover el arraigo cultural y asegurar la sostenibilidad de los proyectos de fortalecimiento emprendedor en las comunidades.