El Gobierno nacional oficializó la salida de Julián Molina del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y designó, de forma temporal, a Yeimi Carina Murcia Yela como ministra encargada.
La decisión fue formalizada mediante el decreto 0975 de 2025, donde también se acepta la renuncia de Molina, quien fue retirado del cargo luego de que su partido, la U, no respaldara en el Senado la candidatura oficialista de María Patricia Balanta para la Corte Constitucional. Balanta fue derrotada por Carlos Camargo, quien contó con el apoyo de las bancadas opositoras y se impuso por una diferencia de 21 votos.
Además de Molina, el presidente Gustavo Petro también habría solicitado la renuncia de Antonio Sanguino (ministro de Trabajo) y Diana Marcela Morales Rojas (ministra de Comercio), representantes de Alianza Verde y el Partido Liberal, respectivamente, que tampoco habrían respaldado a la candidata del Gobierno.
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Se prevén más cambios en el gabinete durante esta semana, a medida que el presidente evalúa la permanencia de otros funcionarios tras la derrota en la elección de magistrado constitucional.
Tensión con el partido de la U
La salida de Molina generó molestia en el partido de la U, al que se le había entregado el Ministerio TIC como cuota dentro del esquema de gobernabilidad. En respuesta, desde la colectividad que lideran Clara Luz Roldán y Alexander Vega se anunció que sus ponentes en el Congreso no asistirán a la reunión convocada por el presidente para discutir el presupuesto general de 2026.
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“La decisión responde a criterios de autonomía legislativa y a la necesidad de mantener un debate técnico y plural en el Congreso, sin condicionamientos externos. El partido reafirma su compromiso con el análisis riguroso del presupuesto, en defensa de los intereses ciudadanos y la sostenibilidad fiscal”, expresó la colectividad.
La discusión presupuestal llega en medio de un ambiente complicado en el Congreso, donde el Gobierno enfrenta un déficit de 26 billones de pesos, situación que obligaría a plantear una nueva reforma tributaria que, por ahora, no cuenta con respaldo mayoritario en el Capitolio Nacional.