El próximo martes se ha anunciado que arrancaría la discusión de la consulta popular en la plenaria del Senado y desde el próximo miércoles podría darse la votación que promete ser apretada.
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La consulta popular planteada por el gobierno del presidente Gustavo Petro contiene 12 preguntas sobre aspectos que contenía la reforma laboral que fue archivada en marzo pasado en tercer debate en la Comisión Séptima del Senado.
El pleno de la cámara alta deberá escuchar al Gobierno argumentar sobre la conveniencia de darle vía libre al mecanismo de participación popular y luego los partidos con asiento en el recinto darán a conocer sus puntos de vista a favor y en contra de la iniciativa.
Empate técnico
Los votos del oficialismo suman casi lo mismo que los de la oposición, por lo que el triunfo del sí o el no a la consulta se definiría por pocos senadores y por la asistencia, es decir por el ‘quorum’ de la plenaria, según el cual se definirá cuál será la mitad más uno aprobatoria.
La consulta popular fue radicada por el propio Petro el pasado 1 de mayo, por lo que el Senado tendrá 20 días para votarla, es decir hasta el próximo 21 de mayo, y podría pedir una prórroga de 10 días más.
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$750 mil millones
El Congreso no puede modificar las preguntas que propuso el Ejecutivo, y solo puede decir sí o no a la convocatoria del mecanismo.
No obstante, lo que sí deberá tener en cuenta el Legislativo es el costo de la consulta, que según el registrador Hernán Penagos, quien también intervendrá en la plenaria, sería de $750 mil millones.
Y esto en medio del escenario de crisis fiscal que vive el país, aunque el jefe de Estado ha dicho que para este asunto se usaría la figura de las vigencias futuras.
Sin Iván Name
Actualmente hay 105 senadores, pero con la captura del ex presidente del Senado, Iván Name, de la Alianza Verde, opositor a la Casa de Nariño, el pleno pierde una silla y el no un voto. Es decir quedan 104 senadores y la mitad más uno de esa asistencia sería de 53, que serían los votos que necesitaría el Gobierno para convocar la consulta. Y mientras más baje la asistencia, menos votos necesitará el Ejecutivo, pero dependerá su victoria de si los ausentes pertenecen al barco del sí o del no.
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Lo que seguiría
El Senado de la República no ha sido particularmente obediente frente al gobierno de Petro, como sí lo ha sido la Cámara de Representantes, por lo que los analistas consultados coinciden en que será muy difícil que la Casa de Nariño triunfe en esta cruzada.
Pero si se aprueba, de acuerdo a lo que explicó el ministro del Interior, Armando Benedetti, “lo que sucede es que el presidente viene y convoca elecciones con su fecha. A partir de ahí, en los próximos 15 días, el Consejo Nacional Electoral, CNE, tiene que confirmar los comités (por el sí y por el no) en los siguientes tres meses, y el presidente de la República tiene que convocar el día de elecciones. (...) La Registraduría tiene tres meses para organizar el proceso electoral y el Congreso tendría un año para legislar en función del mandato popular. Si no lo hace, el presidente puede emitir decretos ley”.
“Panorama difícil”
El analista político Carlos Arias, catedrático de la Universidad Externado, le dijo a EL HERALDO que “es muy difícil que la consulta popular avance y sea avalada por el Congreso por varias variables: la primera es por la extorsión y la manipulación mediática que ha querido desarrollar Petro y varios de sus alfiles, entre ellos el ministro Benedetti, señalando que el Congreso es un esclavista si no aprueba la reforma y que el Congreso sería revocado por el pueblo en las próximas elecciones de no pasar la consulta, cuando es el Congreso en su ejercicio autónomo como una de las ramas del poder público el que tiene la posibilidad y la potestad por la democracia representantiva en la que vivimos de tomar decisiones argumentadas y consultadas”.
Además, señala, la consulta popular no podría pasar porque las 12 preguntas ya están contempladas en artículos, decretos y en la ley: “El problema es que este gobierno no ha operativizado varios de los ejercicios de ley que podrían dar viabilidad a muchas de las preguntas que se plantean en la consulta”.
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Advierte así mismo Arias que las preguntas de la consulta popular no tienen ningún tipo de viabilidad financiera, “es decir, es preguntarle a la gente si quiere descansar más y trabajar menos, pero no hay ningún tipo de impacto fiscal que pueda determinar cómo se lograría eso si la gente dijera sí, entonces eso es lo que debe revisar el Congreso y seguramente va a decir que es inviable porque al hacerlo se quebrarían parte de las mypimes y medianos empresarios”.
Y concluye el experto que “si no se aprueba la consulta seguramente será un ingrediente más para que Petro diga que no lo dejan gobernar, que el pueblo tiene que alzarse en contra de los políticos representados en los empresarios, pero también con la captura de los presidentes del Senado y Cámara que al parecer habían recibido dineros de sobornos de la Ungrd guiados por Sandra Ortiz y Olmedo López, que fueron nombrados por el presidente, y en la reforma pensional es evidente que María José Pizarro reemplazó en muchos momentos las ausencias de Iván Name en la presidencia para sacarla adelante, creo que este golpe reputacional al Gobierno pone en tablas cualquier tipo de discusión retórica que plantee el presidente de que la consulta popular está siendo mediada por intereses privados cuando lo que verdaderamente resulta es que no solamente es inviable sino que el presidente no tiene la legitimidad y la autoridad moral cuando parte de su gobierno ha participado abiertamente en corrupción y él como responsable y jefe de Estado se encargó de nombrar a (Carlos Ramón) González, hoy prófugo de la justicia y a la asesora presidencial Ortiz, que ya está en detención igual que Olmedo y Sneyder Pinilla”.
“Petro gana con el sí y el no”
Óscar Mejía, ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, comentó en EL HERALDO que “si se cumple la inercia que ha venido sucediendo entre el Gobierno y, en últimas, las mayorías particularmente en el Senado, la consulta no pasaría, es decir ya es una actitud sistemática del Senado de la República rechazar las propuestas del Gobierno Nacional: así ha sucedido con las reformas a la salud y laboral y es posible que incluso con los cónclaves que se han dado con algunos partidos esa inercia se mantenga y por tanto no aprueben la consulta popular”.
Hay que considerar, sostiene el catedrático, las opciones: “Por parte de la oposición es presentar unos proyectos alternativos como el que ha tratado de ambientar el Partido Liberal, una minireforma liberal muy coja e intentar más tarde a ver si pueden presentar otras en la misma línea, tratando de evitar lo que creo que el Gobierno de cualquier manera ha contemplado y es que la reforma no va a pasar”.
No obstante, resalta el académico, “en caso de que la consulta pierda, le estarían dando la mejor excusa al Gobierno para desprestigiar al Congreso y específicamente al Senado, y para levantar la consulta, los 12 puntos, como un programa mínimo de campaña electoral, y eso es prácticamente un descrédito para los partidos convencionales contra el Gobierno porque le permiten enarbolar esos puntos y plantearlos ante el pueblo como las grandes reivindicaciones”.
Y advierte Mejía por último que si el Gobierno es realista tiene que contemplar la posibilidad de que el Senado rechace la propuesta, “porque los votos en disputa al parecer son unos seis u ocho, y es muy difícil que se la jueguen por la propuesta, y es una apuesta de dados de que pierde, pero creo que desde el comienzo, y es la sagacidad de Petro sino del propio Benedetti, que sabían que esta era una apuesta de gana-gana”.
Así las cosas, se daría un voto ‘finish’ más o menos cantado en el Senado por la consulta popular.
¿Cómo votarán los liberales con nueva ministra de Comercio a bordo?
El director del Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, le hizo la semana pasada un llamado al Senado para que se oponga a la consulta: “La propuesta del presidente Petro es una decisión equivocada. Gastar un billón de pesos en una votación simbólica es un despilfarro inadmisible en medio de la crisis fiscal que atraviesa el país”, dijo, agregando que “ese dinero debería destinarse a lo urgente, a mejorar las condiciones de los trabajadores, apoyar a las víctimas, fortalecer la fuerza pública y financiar políticas sociales que beneficien a quienes más lo necesitan”.
No obstante, este domingo se anunció la llegada al Ministerio de Comercio de la politóloga y economista Diana Morales, recomendada por congresistas liberales, ante lo que el representante de las toldas rojas, Juan Carlos Losada, dijo a la revista Semana: “El Congreso de la República tiene el nivel de aprobación más bajo de cualquier institución pública. Esto por supuesto que termina de darle una estocada mortal. Es una cosa insólita, es la destrucción misma de lo que queda del 7% de aprobación. Al Partido Liberal le van a entregar el Ministerio de Comercio, para que los senadores voten a favor de la consulta del Gobierno”.
Pero Gaviria dijo que Morales no representa al partido y que este mantendrá su independencia.
Petro, por su parte, le replicó a Gaviria: “Le he solicitado a todas y todos los senadores respetar al constituyente primario y oírlo en consulta. No entendería a un solo liberal que no quiera que se consulte al pueblo. Ese, simplemente, no es liberal”.