El presidente sirio, Bachar Al Asad, condicionó ayer el acceso de la Cruz Roja Internacional a los civiles a que el organismo se mantenga “independiente” y “neutral”, durante una reunión en Damasco con su máximo responsable, Peter Maurer.
“Al Asad confirmó que Siria da la bienvenida a las operaciones humanitarias que lleva a cabo la Cruz Roja sobre el terreno, siempre y cuando trabaje de manera independiente y de forma neutral”, explica la nota de la Presidencia.
Maurer, por su parte, respondió valorando “la cooperación que Siria proporciona y alabó los puentes de confianza construidos entre ambas partes”, señala el texto.
Ambos mantuvieron ayer un encuentro de 45 minutos, Al Asad y Maurer hablaron, según el comunicado oficial, de “los lazos de cooperación existentes entre la Cruz Roja y el Ejecutivo sirio, y del establecimiento de un mecanismo adecuado para promover dicha colaboración”.
En la actualidad, el CICR tiene cincuenta trabajadores -extranjeros y sirios- en Siria, aunque están confinados en Damasco por la escalada de la violencia en los últimos meses.
La portavoz del CICR en Damasco, Cecilia Goin, explicó que Maurer y Al Asad analizaron las dificultades que afronta la organización internacional, “ya que en muchos casos cuando la lucha armada tiene lugar es muy difícil acceder a la población”. Aun así, destacó Goin, el presidente sirio se mostró “receptivo” a lo planteado por la Cruz Roja. Efe