
En riesgo 650 familias por socavones abiertos para buscar oro bajo sus casas
Las casas de unos 2.400 habitantes de Mina Santa Cruz, Bolívar, están en peligro de derrumbe.
Unas dos mil cuatrocientas personas, que integran seiscientas cincuenta familias del corregimiento de Mina Santa Cruz, en el municipio de Barranco de Loba, en sur de Bolívar, están a punto de perder sus viviendas, de acuerdo a una información de la Defensoría del Pueblo, regional Magdalena Medio, que hizo una inspección por solicitud de la comunidad en riesgo.
La causa de esta emergencia son los socavones que se abrieron por debajo de las viviendas para buscar oro.
La Defensoría informó que, durante una visita humanitaria, se constató que las viviendas y las calles están agrietadas y que algunas edificaciones incluso ya colapsaron, como ocurrió el año pasado con los salones de los niños de preescolar y primero de primaria de la institución educativa Simón Bolívar.
Agrega que en un informe de la Gobernación de Bolívar, del Comité de Prevención de Desastres y un geólogo de la Secretaría de Minas de la Gobernación, se estableció que las fallas se deben, al parecer, a los socavones que la misma comunidad ha abierto para la explotación minera.
En algunos casos son huecos hasta de cinco metros de profundidad, que abren en los patios de las casas, y tienen un recorrido horizontal que supera los diez metros. A ellos ingresan los hombres sin cascos, vistiendo solo camisetas, utilizando como calzado unas chancletas y en ocasiones completamente descalzos, es decir sin las mínimas condiciones de seguridad requeridas.
Generalmente, estos mineros artesanales bajan a los socavones usando sogas o por escaleras rústicas hechas con troncos. En la medida en que van abriendo camino bajo la tierra, dejan soportes improvisados de madera que tampoco son fiables para su integridad.
Lo más grave, además del riesgo para la vida de los mineros dentro de estos socavones irregulares, es que los huecos desgastan y acaban los cimientos de las construcciones, lo cual termina poniendo en peligro a las familias de estos trabajadores.
La Defensoría dijo que los funcionarios que estuvieron en el terreno observaron cómo esta fiebre por el oro ha significado la apertura de túneles en una colina del corregimiento, a la que los mismos habitantes llaman “la montaña hueca”, símbolo forzoso de esta población a la que sólo es posible acceder luego de un viaje de ocho horas en chalupa.
“La Defensoría del Pueblo, a través de su regional en el Magdalena Medio, envió requerimientos al Ministerio de Minas y Energía, a la Gobernación de Bolívar y a la Alcaldía de Barranco de Loba para que se haga la reubicación de las 2.400 personas afectadas, con lo cual se evitaría una catástrofe de incalculables proporciones”, dice el informe de la Defensoría.
En cuanto al tema de orden público, hay temor entre los habitantes por la llegada de grupos armados ilegales, agrega el informe. La Defensoría del Pueblo solicitó al Comandante de la Policía en Bolívar y al Comandante de la Segunda División del Ejército, que adopten las medidas de seguridad pertinentes en el corregimiento Mina Santa Cruz, el cual “ha sido escenario de riesgos constantes para la población civil por una confluencia de factores relacionados con la presencia de actores armados al margen de la ley, mezclados con el conflicto territorial minero”.
También hizo un llamado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para que garantice la protección de niños, niñas y adolescentes, declarados igualmente en peligro, debido la falta de agua potable, que además de ser escasa, presenta una alta concentración de mercurio por la actividad minera que allí se desarrolla; ello sumado a deficiencias en la alimentación y amenazas como el reclutamiento forzado que ejercen los grupos armados ilegales.