El presidente Joe Biden no está solo, pero la fuerza de una parte importante del país que lo llevó a ocupar su cargo en 2021 –y que no se puede desconocer– ya no estaría acompañando su posible reelección luego de tres años en los que ha venido creciendo la ola roja de su contendor Donald Trump, así como las dudas en torno a su capacidad de gobernar Estados Unidos tras el “desastre” en que resultó el debate del pasado 27 de junio.
Así mismo, varios miembros de su propio partido se sumaron esta semana a voces como la del expresidente Barack Obama o la de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi a la petición para que Biden reconsidere su candidatura para las elecciones de noviembre próximo, al menos una treintena de congresistas han pedido públicamente que se retire.
Pero la preocupación más grande está en las calles, donde el ciudadano de a pie que antes acudió a las urnas para dar su voto por el demócrata alude a un panorama de miedo, crispación y desilusión por Biden.
“Me sentí profundamente preocupado por su salud, edad y agudeza mental mucho antes del debate, pero el debate demostró que todos nuestros peores temores habían sido ciertos”, aseveró Jacob (nombre cambiado por seguridad), un abogado de 31 años residente en San Diego (California). Para él, Biden “tenía que haber abandonado hace un año y medio” la carrera por la Casa Blanca.
Desde su casa en los suburbios de San Antonio (Texas), Amanda Willet aseguró haber sido testigo del “deterioro” en la salud de Biden. Para ella, “no hizo falta” el cara a cara entre los candidatos para “darse cuenta de que simplemente (el presidente) no está del todo bien”.
Y es que desde el año pasado las encuestas habían ido avisando de este sentimiento entre el electorado. Un 69 % de los votantes demócratas opinaban ya en agosto del año pasado que la edad era un problema para la reelección de Biden, según una encuesta realizada por la Universidad de Chicago (NORC, en inglés).
La misma percepción encontró un estudio del diario neoyorquino The Wall Street Journal, publicado en septiembre de 2023: dos tercios de los votantes demócratas encuestados dijeron que Biden estaba “muy mayor” como para presentarse a las elecciones.
Estas percepciones se expandieron tras el debate y ahora los ciudadanos no solo están preocupados, sino que quieren que Biden se retire. Más de la mitad de los votantes demócratas desean ver a otro candidato en la papeleta electoral, reveló la última encuesta de NORC publicada el miércoles.
No votar, una opción
Algunos de los fervientes votantes del Partido Demócrata dudan entre votar a Biden por inercia para frenar el auge de Trump, no votar como modo de protesta o abrazar un candidato independiente.
Dylan, un joven de 27 años residente en Los Ángeles, seguirá esa línea este año, ya que, aunque se retirara Biden de la contienda, tampoco confía en otra alternativa.
“Personalmente, apoyaría su dimisión, aunque no estoy muy entusiasmado con cualquier alternativa que presenten, ya que sólo será otro centrista y no veremos ningún cambio real”, dijo él, que tiene posiciones más progresistas.
Lo mismo hará Claire, 28 años residente de Los Ángeles, quien ya cree que es “demasiado tarde para cambiar de candidato” y tampoco cree que pueda haber otro más competente entre las filas demócratas capaz de remontar los resultados que se vaticinan.
Kamala Harris, en el tintero
A estas alturas del partido, sin embargo, pocos se plantean un nombre distinto al de la vicepresidenta, Kamala Harris, para intentar ganar las elecciones de noviembre a Donald Trump.
La exsenadora y exfiscal general de California es posiblemente la persona más preparada para tomar sobre la campana las riendas de una campaña que ahora mismo descarrila.
Harris es conocida, los sondeos le son más favorables que a Biden, aunque también por detrás de Trump, y es la única que puede usar los 91 millones (a fecha 31 de mayo) que la campaña del ahora presidente tiene en el banco. Además, al ser la actual vicepresidenta, también es la única que puede aglutinar rápidamente un amplio apoyo dentro del partido para evitar una imagen de desunión en la convención de Chicago.
Sin embargo, de no ser Harris, el Partido Demócrata tiene ahora mismo una camada de posibles sucesores como la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, o el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Ambos con elevados índices de popularidad y además pertenecen a estados clave del ‘muro azul’.
Brazo político latino en el Congreso apoya a Biden en su peor momento
El Bold PAC, el brazo político y financiero de los legisladores latinos en el Congreso de Estados Unidos apoyó este viernes al presidente Joe Biden, en un momento de máximo cuestionamiento de su candidatura a la reelección.
“El presidente Biden y la vicepresidenta (Kamala) Harris han cumplido con la comunidad latina, y Bold PAC se enorgullece de respaldarlos para la reelección”, dijo en un comunicado la presidenta de este comité, la congresista Linda Sánchez.
Pese a este apoyo del Bold PAC, los legisladores de origen latino no están ni mucho menos unidos en su posición hacia Biden.
El congresista ‘Chuy’ García, que es miembro del Bold PAC, pidió que renuncie a la candidatura. “Creemos que lo más responsable y patriótico es dar un paso al costado”, dijo García en un comunicado.
Al menos otros tres miembros de este comité de legisladores demócratas, Raúl Grijalva, Jim Costa y Mike Levin tienen la misma posición.




















