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Brasil, un país con casi medio millón de muertos por la covid-19, albergará la Copa América, una polémica decisión que ha generado una ola de críticas por parte de sectores de izquierda y sanitarios, y que podría acabar en los tribunales, en momentos en que el país vive un repunte de contagios.

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), la máxima autoridad del fútbol de la región, anunció este lunes a Brasil como nueva y única sede del torneo que ya fue aplazado el año pasado por la pandemia, que en este 2021 ha castigado con más fuerza a Latinoamérica.

En un primer momento, Colombia y Argentina iban a albergar el certamen. El primero se vio forzado a renunciar a ello por las violentas protestas en su territorio y el segundo, por la crítica situación de sus hospitales.

Al final, la Conmebol anunció a Brasil, que aún contabiliza cerca de 2.000 fallecidos al día por coronavirus, y agradeció en concreto al presidente, Jair Bolsonaro, que niega la gravedad de la covid, por 'abrir las puertas' del país a la Copa América, que comenzará previsiblemente el 13 de junio.