Israel lanzó en la noche del miércoles una lluvia de bengalas sobre la ciudad de Gaza para avisar a la población de que debe desplazarse al sur, tal y como atestiguó ‘Efe’ y confirmaron posteriormente fuentes del Ejército.
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“Confirmamos que anoche lanzamos bengalas para avisar a la población. Este es uno de los métodos más seguros que tenemos”, dijeron a ‘Efe’ fuentes del Ejército.
Esta es la primera vez que el cielo gazatí se iluminó de bengalas en estos casi dos años de ofensiva, puesto que hasta ahora el Ejército solía notificar a los civiles las órdenes de desalojo a través de mensajes en el móvil y con el lanzamiento de folletos.
Pese a todas estas advertencias, fuentes gazatíes indicaron a ‘Efe’ que, de momento, no se están produciendo desplazamientos masivos al sur.
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Varias decenas de miles de personas sí han abandonado ya la urbe, de en torno a un millón de habitantes, aunque los datos de los que se han desplazado varían según unas fuentes y otras.
El pasado domingo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, situó en 100.000 las personas que habían decidido irse al sur, una cifra que la ONU rebajó entonces a 40.000.
El martes Israel ordenó a los residentes de la ciudad de Gaza evacuarla por completo, en medio de la ofensiva militar para tomar la capital del enclave palestino que Israel lleva a cabo allí desde agosto.
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El Ejército israelí subrayó que “está decidido a eliminar a Hamás” y que “operará en la ciudad de Gaza con gran fuerza, como lo ha hecho en otras partes del enclave”.
Desde entonces, toda la ciudad de Gaza está clasificada como “zona de combate peligrosa”.
El resto del territorio gazatí está también en rojo, excepto dos franjas junto a la costa: una al sur de la ciudad en la zona de Deir Al Balah marcada en blanco, donde supuestamente el Ejército israelí no ataca, y otra franja más al sur, en Jan Yunis, teñida de amarillo y clasificada por Israel como “zona humanitaria”, abarrotada ya de desplazados y punto al que ahora piden a los del norte desplazarse.