Reyhanli, Turquía. '¡Que nos libren de Bashar al Asad!', dice Ahmad Raheel a su salida de un hospital turco tras tres días de tratamiento por el presunto ataque químico en Siria. Hoy se siente 'feliz' por los bombardeos de Estados Unidos contra el régimen.
Al igual que Ahmad, decenas de heridos en el ataque cometido el martes en el noroeste de Siria estuvieron hospitalizados en Reyhanli, una ciudad turca en la frontera con Siria.
Los bombardeos estadounidenses contra una base aérea del régimen sirio han devuelto la esperanza a supervivientes del ataque a la localidad rebelde de Jan Sheijun, en el que murieron al menos 86 personas, entre ellas 27 niños.
'Estamos felices', declaró Ahmad a la AFP a su salida del hospital público de Reyhanli, donde el viernes dieron el alta a una veintena de heridos. 'Que nos libren de Bashar al Asad'.
'Espero que la guerra en Siria se termine', añade.
'Líbrennos de Rusia (aliado del régimen) y de Bashar y todo irá bien', afirma Faisal, otro superviviente. 'Lo que cuenta, para nosotros, no es que nos graben sino que nos liberen de Bashar', insistió.
Fuera del hospital, un autobús blanco espera a los pacientes, con sus enseres en bolsas de plástico, para trasladarlos al lado sirio de la frontera a través del puesto fronterizo de Cilvegözü -Bab al Hawa.
'No queda ningún paciente del último ataque en este hospital', afirma un médico que ha pedido mantener el anonimato. 'Quieren volver a casa con sus familias, ver a sus hijos', añade mientras los acompaña al autobús.
Están preocupados
Se ve en las caras de agotamiento de los hombres y en los ceños fruncidos de las mujeres veladas.
'Nadie más ha vivido esto'. Sentado en la parte delantera del autocar, Samer Mohamad, de 35 años, sigue conmocionado tres días después del ataque. 'Estaba durmiendo cuando el avión atacó. La gente empezó a decir que era un ataque químico', recuerda.
'Salimos de las casas y empezamos a vomitar, luego nos desmayamos. Cuando nos despertamos estábamos en Turquía', añade.
Samer muestra sus brazos con marcas de quemaduras causadas –dice– por 'el ataque químico'. Varios países, como Estados Unidos y Turquía, acusan al régimen sirio de Asad de haber usado un agente neurotóxico en Jab Sheijun.
Como medida de precaución, las autoridades turcas pusieron el hospital de Reyhanli en cuarentena durante el tratamiento de los heridos de Jan Sheijun.
El ministerio de Sanidad turco afirmó el jueves que los primeros análisis efectuados sugieren que las víctimas estuvieron expuestas a gas sarín.
El régimen niega haber usado armas químicas y asegura haber bombardeado un 'almacén' de los rebeldes que contenía 'sustancias tóxicas', una versión refrendada por Moscú. Varios expertos consideran esta explicación 'fantasiosa'.
Los ataques estadounidenses apuntaron, según Washington, a una base militar de la que despegó el avión que presuntamente lanzó sustancias químicas sobre Jan Sheijun. Los expertos se preguntan si habrá más.
Las imágenes tomadas después del ataque en Jan Sheijun, en las que se veía a niños morir lentamente de asfixia, causaron una ola de indignación y pusieron de nuevo el foco de atención en Siria, devastada por la guerra desde hace más de seis años.
'Nadie en el mundo ha vivido lo que nosotros vivimos. Tenemos a los aviones sobre nuestras cabezas' permanentemente, describe Faisal. El está enfadado, y acusa a Washington de ser el responsable de la situación actual en Siria. 'Todo esto', dice, 'es (a causa de los) errores de Estados Unidos'.

Los hechos
Un bombardeo aéreo golpeó el martes hacia las 7 horas a Jan Sheijun, pequeña localidad controlada por rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria. Imágenes de una corresponsal de la AFP muestran cuerpos sin vida en la calzada y a personas sufriendo espasmos y crisis de asfixia. Según los médicos en el terreno, los síntomas de los pacientes son similares a los constatados en víctimas de un ataque químico: pupilas dilatadas, convulsiones y espuma saliendo de la boca. La naturaleza del gas tóxico aún no ha sido determinada, aunque hay versiones de que sería del tipo sarín.
El balance
El número de víctimas no ha dejado de subir desde el ataque: el miércoles el último balance era de 72 muertos, incluidos 20 niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). El OSDH también afirma que hay más de 160 heridos y un número indeterminado de 'personas desaparecidas'.
¿Quién es responsable?
Numerosos dirigentes, especialmente occidentales, y la oposición siria han apuntado al régimen de Bashar al Asad.
'Todas las pruebas que he visto sugieren que fue el régimen de Al Asad... usando armas ilegales contra su propio pueblo', afirmó el secretario de Exteriores británico Boris Johnson. El presidente francés, François Hollande, aludió a la 'responsabilidad' de Al Asad en la 'masacre', y la Casa Blanca denunció un 'acto odioso del régimen' de Damasco. La Coalición Nacional, gran plataforma opositora siria, puso en entredicho al 'régimen del criminal Bashar' al Asad. El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó el miércoles que 'sigan (cometiéndose) crímenes de guerra' en Siria, sin mencionar a Damasco. Y el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, aseguró que la ONU hará 'rendir cuentas' a los autores de este ataque. Washington, París y Londres presentaron el martes un proyecto de resolución condenando el ataque y llamando a una investigación completa y rápida.
¿Qué dicen el régimen y sus aliados?
El ejército sirio ha desmentido 'categóricamente haber empleado cualquier sustancia química en Jan Sheijun'. El miércoles, Rusia, principal aliada del régimen, afirmó que la aviación siria había bombardeado 'un depósito' en manos de los rebeldes donde supuestamente había 'sustancias tóxicas' que estaban destinadas a combatientes en Irak.

Armas químicas en Siria
En agosto de 2013, el régimen fue acusado de haber empleado gas sarín en un ataque contra dos sectores rebeldes en la periferia de Damasco que dejó más de 1.400 muertos, según Estados Unidos. El gobierno rechazó las acusaciones y ratificó en 2013 la Convención sobre la prohibición de armas químicas. Siria debería haber destruido su arsenal químico en virtud de un acuerdo entre Moscú y Washington, pero se sospecha que el régimen ha vuelto a utilizar este tipo de armamento en varias ocasiones. En octubre de 2016, el Consejo de Seguridad recibió un informe concluyendo que el ejército sirio había llevado a cabo algunos de estos ataques con cloro, en 2014 y 2015. A principios de marzo, la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OIAC) indicó que investigaba otros ocho ataques con gas tóxico cometidos en Siria desde principios de 2017. El régimen y Rusia han acusado siempre a los grupos rebeldes armados o a los yihadistas de emplear armas químicas.
No destruyó pista: Trump justifica
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo en Twitter que no bombardearon la pista de aterrizaje en el ataque del jueves a una base aérea siria porque son fáciles de reconstruir.
En un tuit ayer Trump aseguró: 'la razón por la que no atacamos las pista de aterrizaje generalmente es porque son fáciles y baratas de reconstruir'. Trump ordenó el jueves el lanzamiento de 59 misiles crucero Tomahawk debido a que, según el Pentágono, allí se originó el ataque del régimen sirio con armas químicas en Jan Sheijun, en la provincia de Idleb, del pasado martes. En el ataque se destruyeron varios cazas de la aviación siria y edificios de la base, aunque la pista de aterrizaje quedó intacta y según observadores ha vuelto a ser utilizada tras el bombardeo.





















