Compartir:

El Equipo de Transición Presidencial de EEUU confirmó este martes que Rex Tillerson, máximo ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, fue elegido por el presidente electo, Donald Trump, para que sea su próximo secretario de Estado.

'La carrera de Rex Tillerson es la personificación del sueño americano', afirmó Trump en un comunicado en el que se anuncia el nombramiento, el más importante del gabinete que lo acompañará en la Casa Blanca desde el 20 de enero.

La designación de Tillerson había sido anticipada en las últimas horas por varios medios estadounidenses, aunque Trump sólo había informado de que la designación sería dada a conocer a primera hora de este martes.

Trump resaltó en la nota el 'duro trabajo, la dedicación y la inteligencia en alcanzar acuerdos' que ha demostrado Tillerson como CEO o máximo ejecutivo de ExxonMobil, la principal petrolera de Estados Unidos.

'Su tenacidad, su amplia experiencia y el profundo conocimiento de la geopolítica lo hacen un excelente elección para ser secretario de Estado', agregó el presidente electo en la nota del Equipo de Transición Presidencial.

Tillerson, de 64 años, está al frente de ExxonMobil desde 2006. De él se ha destacado su relación con el presidente ruso, Vladimir Putin, y sus operaciones en ese país y en naciones de Oriente Medio al frente de la petrolera.

Esas ventajas, sin embargo, pueden convertirse en los principales problemas que puede afrontar Tillerson en el proceso de ratificación de su nombramiento en el Senado por la posibilidad de que haya conflictos de intereses.

Tillerson 'sabe cómo dirigir una empresa global, lo cual es crucial para encabezar el Departamento de Estado, y sus relaciones con líderes mundiales son insuperables', afirmó Trump.

'No puedo pensar en nadie más preparado, y nadie más dedicado, para servir como secretario de Estado en esta época crucial de nuestra historia', agregó el presidente electo.

En el comunicado se recogen también comentarios de Tillerson en los que coincide con Trump 'en su visión para restablecer la credibilidad de las relaciones internacionales de Estados Unidos'.

En Energía

El otro nombramiento del presidente electo de EEU fue el del exgobernador de Texas y antiguo aspirante a la Casa Blanca, Rick Perry como secretario de Energía.

Perry, de 66 años, se presentó a las recientes primarias republicanas e hizo de la crítica a Trump, al que llegó a comparar con un 'cáncer para el conservadurismo', su bandera de campaña.

Tras retirarse prematuramente de la contienda por las malas perspectivas en las encuestas, Perry ofreció su apoyo al senador Ted Cruz, aunque finalmente, cuando la victoria de Trump era inevitable, optó por el empresario neoyorquino.

Veterano de la Fuerza Aérea y gobernador de Texas durante algo más de 14 años (2000-2015), Perry también participó en las primarias republicanas de 2012, de las que salió escaldado tras un sonado fiasco.

La campaña de Perry se fue a pique durante un debate con otros precandidatos republicanos en Michigan, cuando no fue capaz de nombrar uno de los tres departamentos que pretendía eliminar de ser elegido presidente.

Irónicamente, del que se olvidó fue el Departamento de Energía, del que será secretario a partir del próximo 20 de enero.

Perry mantuvo un encuentro de unos 90 minutos con el presidente electo en la Torre Trump de Nueva York.

Contrario al intervencionismo estatal, Perry convirtió Texas en los últimos años en un contrapoder frente a Washington, enfrentado constantemente a las iniciativas del presidente, Barack Obama, y con una postura cambiante en inmigración en un estado con un 40 % de población hispana.