¿Por qué se murió Joselito? Las malas lenguas dicen que de tanto bebé ron.
Los más calumniadores aseguraron que no está muerto que el hombre sigue de parranda, que lo vieron enmaicenao disfrazado de marimonda vacilándola en una tienda del barrio Abajo.
Otros, que el hombre más rumbero de Barranquilla se fue con el disfraz de monocuco y está reventando frías en una verbena en Simón Bolívar.
Las lenguas más temidas de esta especie de viejo oeste del chismorreo aseguran que el man está vivito y coleando.
“Lo que pasa es que se hace el muerto para no responder por la cantidad de mujeres preñadas que dejó en estos 4 días de coge, coge, y como no tiene ni donde caerse muerto se las tira de bobo pa’ seguir mamando gallo otro año más”, aseguran otros.
Hay que ver que para los chismosos más románticos Joselito sí se murió, pero de dolor y de tristeza porque se acabó el Carnaval ¡Ay Joselito, ay Joselito!, lo lloran las jóvenes enguayabadas, los borrachines perniciosos, las viudas desahuciadas, los carnavaleros porque se les acabó la fiesta y ahora les toca vérselas con el cachaco de la tienda pa’ pagarle el cuentón del vale.
Y es que ya no hay más, olela Joselito el borrachón, olela Joselito esta borracho, si no hasta el otro año. Dizque está muerto y la niña Josefina asegura que se lo pilló en Rebolo zampándose un sancocho de mondongo en la esquina donde queda La Cien, pero otra fuente lo ubicó tirando buchácara y dominó en el Centro, burlándose de quienes lo lloran.
Joselito se va con las cenizas
Los barranquilleros asistieron de forma masiva al gran cortejo fúnebre de Joselito. El desfile comenzó a las 4 de la tarde y recorrió desde la calle 59 con carrera 54 hasta la Casa del Carnaval. Las diferentes comparsas y danzas tradicionales despidieron al borrachón con tambores y la música tradicional de las carnestolendas.
La reina Andrea Jaramillo Char, una de las soberanas que pasará a la historia como una de las más queridas y recordadas del Carnaval de Barranquilla, lloró de verdad por la muerte de Joselito.
“Tengo sentimientos encontrados: estoy feliz por haber vivido esta experiencia maravillosa, por haber podido sentir todo el cariño de la gente, y triste porque se terminó”, afirmó la soberana, al confesar que “comencé fingiendo el llanto, pero al final lloré de verdad, por todas las cosas bonitas que me dijo la gente”.
Armando Alarcón, director de El Garabato del barrio Abajo, señaló que, “Joselito parrandeó tanto hasta que lo mató el ron”, mientras varios hombres travestidos lloraban al difunto a moco tendido. “¡Ay José, porqué te llevaron a ti y no a mí, Jose!”.
Entre curas, damas vestidas de novia, huérfanos y viudas, el desfile fue recibido por una comunidad entusiasta que celebraba con cada una de las ocurrencias de los participantes, “Joselito, me dejaste siete hijos y sin plata ni pa' come'”, gritaba Edgar Figueroa, ataviado con un luto férreo y vestido de mujer.
Los Chateadores, parodiaron los nuevos amores virtuales portando teléfonos inteligentes,teclados de computador y mensajes alusivos a las nuevas tecnologías.
Los espectros, con unos disfraces muy elaborados, se pasearon por la 54 con un Joselito que producía miedo y con sus vistosos atuendos. “De la rumba a la tumba y de la tumba a la rumba”, rezaba el cartel central que pasearon durante el desfile. ¡Ay Joselito, ay Joselito, mi mario, se murió!