Impotente y ofuscado por la tristeza, Carlos de Jesús De Arco Pérez, de 61 años de edad, recordó con nostalgia los últimos momentos de alegría que vivió junto a su hija Kelly Jhoana, antes de que fuera violentamente asesinada por su expareja sentimental Eduar Alfonso Castro Daza alias Máquina o El Negro, durante la madrugada del pasado lunes 6 de octubre en el conjunto residencial Metro Centro, ubicado en el barrio Ciudadela 20 de Julio.

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En diálogo con EL HERALDO, De Arco manifestó que, previo al terrible episodio de violencia, ambos habían salido juntos durante la tarde del domingo 5 de octubre.
“Ella vivía por su cuenta en su apartamento, pero cuándo nos veíamos era porque iba ser algo especial…Ese día (el domingo) le dio ganas de comer… entonces fuimos los dos y la mujer con la que estoy saliendo…primero fuimos a un restaurante y después la llevamos a la murillo, inclusive, hasta yo dejé comida porque estaba lleno, entonces ella me dijo: ‘yo me llevo eso para mi casa papi’, expresó el progenitor.
“Eso parecía como la despedida de mi hija”
Para el señor Carlos De Arco, ese domingo fue como “las salidas de antes” entre padre e hija que antes solían tener. Ir a comer y pasar un rato ameno tanto, que en su reflexión posterior al asesinato de Kelly Jhoana, el hombre lo catalogó como una especie de ‘despedida’, como si el destino supiera lo que estaba a punto de pasar.

“Eso como que fue la despedida de mi hija, porque para qué, esa día la pasamos de maravilla, y me decía: ‘Papi, gordito lindo, yo sí te quiero’. Y le decía a la mujer con la que salgo: ‘Yo lo único que te agradezco es que me cuides a mi papá… Eso es lo más lindo que yo tengo, cuídamelo’, narró con dolor.
Una madrugada dolorosa
Caída la noche, tras compartir de un día inolvidable junto con su hija y su acompañante, el adulto mayor detalló que su hija le hizo la petición de que durmiera en su apartamento para no estar sola.
“Nosotros, luego de durar toda la tarde en la calle, llegamos al conjunto residencial donde vive ella, porque Kelly no quiso que me fuera para la casa donde yo vivo con la muchacha, me dijo: ‘papi, quédate conmigo’, y yo le hice caso.
En ese momento, Kelly Jhoana le entregó la llave de su apartamento a su padre para que abriera la puerta mientras ella conversaba con la otra mujer en la planta baja del bloque 7, pero cuando iba subiendo las escaleras el progenitor se topó con la presencia de un sujeto con actitud extraña que también iba descendiendo al tiempo: era ‘El Negro’.

“Ella se quedó hablando abajo con la muchacha y me dijo: ‘Papi ves abriendo tú’ y me dio la llave…Cuando yo voy llegando ya al quinto piso de ella, yo veo que alguien sale… Como no tengo la costumbre de ir a la casa de ella, pensé que era alguno de los que vivían ahí o que trabajaba, hasta que me doy cuenta cuando ella dice: ‘¿Tú qué haces aquí, negro?’”, narró De Arco.
Tras escuchar aquellas palabras, Carlos De Jesús bajó corriendo las escaleras, pero en medio del descenso escuchó un primer disparo, posterior a eso observó una imagen que, según él, lo dejó marcado para toda la vida: el cuerpo de su hija tirada en el piso con sangre.
“Cuando yo escucho que menciona al negro yo me regresé corriendo a la primera planta, pero ahí es cuando escucho el primer disparo, después siguieron los otros seis…Cuando vi, solo estaba mi hijita tirada en el piso y a su lado la muchacha que estaba conmigo mientras lloraba”, detalló con tristeza.
Luego del ataque, el padre de la mujer manifestó que alzó su mirada y alcanzó a divisar como Eduar Alfonso Castro Daza escapaba del complejo habitacional.
“Yo lo vi y salí corriendo a la portería, le grité: ‘¡Maldito, me mataste a mi hija!’. Salí corriendo atrás de él, pero estaba armado…Ya cuando cruzó la portería, me regresé para auxiliar a mi hija, pero mi acompañante como es enfermera me dijo: ‘Papi, ya está muerta’, entonces llamamos a las autoridades competentes para que hicieran el levantamiento”, contó.
“Él se metió sin permiso a su casa y la maltrató”
Wendy De Arco, hermana de la occisa, reveló a esta casa editorial que hacía ocho días Kelly Jhoana había sufrido una terrible agresión por parte de Eduar Alfonso Castro Daza cuando ingresó sin su autorización a su residencia.

“Él la maltrató. Se metió atrevidamente en la casa de ella, entró y le dañó las cosas y le pegó”, detalló la mujer.
Según la hermana, aquellos episodios de violencia iniciaban verbalmente con todo tipo de groserías, luego la abofeteaba y le daba golpes.
“Él la estrujaba…primero empezaba con cosas verbales, después ya la estrujaba, le pegaba y después pasó lo que pasó…Nosotros pusimos la denuncia ante la Fiscalía General de la Nación, incluso con miedo, pero mire como terminó todo”, contó cabizbaja la allegada.
“Ella quería montar un negocio conmigo”
Carlos De Arco, quien se dedica a vender objetos de segunda, reveló que su hija en algunas de sus conversaciones le mostró el interés de asociarse con él para emprender juntos.
“Yo tengo dos locales en el mercado El Playón, como yo vendo, como dicen por ahí, cosas de segunda, cachivaches y así, ella me dijo: ‘papi, ya tú vas a tener tus dos locales nuevos, entonces yo te voy a dar la plata para que montes tu propio negocio con mercancía nueva’, me decía ella”, explicó.
Asimismo, el proyecto de ambos consistía en que el progenitor administrara ambos locales mientras que Kelly Jhoana se encarga de surtir el negocio con mercancía nueva y novedosa.
“Ella me decía entusiasmada: ‘Cuando tengas los puestos, nos vamos a asociar papi, para que tú lo estés administrando con mercancía nueva los dos locales, para que te deje dinero suficiente para ti’, eso fue lo que me dijo”, manifestó el padre.
Justicia por Kelly Jhoana
Pese a que ‘El Negro’ se entregó a las autoridades, De Arco pide a las autoridades que al feminicida “le caiga todo el peso de la ley” y no quede en libertad, cómo se ha evidencia en los últimos días en casos similares.
“Que se haga justicia, porque sinceramente la muerte de una hija es algo muy doloroso… Uno no sabe cómo hace uno. Porque yo fui papá y mamá para ella. La mamá de ella murió en un accidente, y duré con ellos, con mis tres hijos, casi siete años cuidándolos y dándoles todo, no es justo que me la quiten así”, sentenció.
La mujer de 34 años deja huérfana una niña cuya edad oscila entre los 12 y 14 años de edad. Según el padre, su hermana se hará cargo de ella y pedirá la custodia para velar por sus necesidades.
“Mi hija es la que se va a hacer cargo de mi nieta, porque ella se lo pidió. Y ella vive con ella, porque como estudia, tiene horario, entonces ella es la que le va a pedir al papá que le firme la custodia de la niña…Ella se va a hacer cargo y todo lo que mi hija quería hacer con ella, ella dice que se lo va a cumplir: que la niña se gradúe, vaya a la universidad y todo eso”, finalizó.