Las autoridades avanzan en las investigaciones del ataque a bala cometido en la tarde de este lunes 7 de julio contra el vehículo que movilizaba al gerente de la Sociedad Portuaria Riverport S.A., Michael Mulford, en inmediaciones del sector de la Bendición de Dios, zona donde funciona la sede de este puerto privado y que está en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla.
Cabe señalar que hacia las 6:10 de la tarde de este lunes, Mulford salía de su lugar de trabajo en un vehículo de la compañía y era escoltado por un equipo de seguridad, cuando aparecieron en escena, a escasos metros de la entrada del puerto, unos sujetos que portaban chaquetas de la Sijín de la Policía Nacional. Los dos sujetos salieron de un callejón que conduce a unas viviendas del sector y eso fue posible de apreciar gracias a las imágenes captadas por una cámara de video-vigilancia de la zona.
Cuando tuvieron de frente el vehículo de Mulford, los dos sujetos abrieron fuego con armas que portaban. Y este repentino ataque fue contestado por el personal de seguridad del ejecutivo, generando en el lugar un intercambio de disparos.
Producto de este suceso resultó muerto Jean Paul Patiño Rodríguez, alias Jean, presunto integrante de la estructura criminal ‘los Pepes’, con 19 años de edad, pero con un amplio prontuario criminal en el Sistema Penal Oral y Acusatorio, SPOA, por fuga de presos, porte ilegal de armas y homicidio, todos registros de los últimos tres años.
El cuerpo de Patiño Rodríguez quedó tendido frente a la terraza de un domicilio en el que aparentemente trató de ocultarse cuando se vio en desventaja.
Entretanto, el cómplice de Patiño, herido en un brazo, huyó del sitio y se internó entre los callejones del sector. Luego, este mismo individuo, cuyo nombre hoy está bajo reserva, se presentó en un centro asistencial del norte de Barranquilla y dijo que había resultado herido, pero en medio de “un atraco”.
La pista de los Pepes
El martes 5 de noviembre de 2024, el ejecutivo Michael Mulford fue blanco de un ataque a bala del cual resultó con lesiones leves.
En ese momento, el hecho se asoció de manera inicial a un supuesto intento de hurto, pero con las horas se abrió una investigación con una perspectiva de homicidio en grado de tentativa.
Ante lo ocurrido hace ocho meses, los gremios del sector logístico, portuario, comercio exterior y productivo de la ciudad hicieron público un comunicado en el que rechazaron lo sucedido y pidieron medidas urgentes para detener la creciente “inseguridad en la zona”.
“Los gremios del sector logístico, portuario, comercio exterior y productivo de la ciudad rechazamos categóricamente el grave incidente de inseguridad ocurrido el día 5 de noviembre de 2024, en el cual, luego de salir de su lugar de trabajo, el gerente de un puerto sufrió un impacto de bala, en hechos que son motivo de investigación”, se leyó en la misiva.
Sin embargo, con este nuevo episodio del lunes, del que resulta como víctima la misma persona y que el ataque se comete a la misma hora que el anterior, las autoridades hoy descartarían la participación de la delincuencia común y, en cambio, vincularían de lleno al crimen organizado. Al parecer, los sujetos tenían estudiados los movimientos del ejecutivo. Aunque información de las autoridades también sugiere una presunta vinculación de alguien asociado al puerto y la presunta filtración de información.
Por otro lado, una de las pistas que siguen las autoridades es la vinculación del criminal abatido con ‘los Pepes’, una estructura que históricamente siempre ha tenido injerencia en la localidad Norte-Centro Histórico de Barranquilla y hoy tendría intensiones de dominar la zona portuaria o quitarle mensualmente una cuota extorsiva por su funcionamiento en sus tierras.
Nuevos llamados
Luego del atentado contra el gerente general de Riverport, la Asociación de Puertos del Atlántico – Asoportuaria - rechazó el hecho y pidió nuevamente a las autoridades reforzar la seguridad en la zona.
“Asoportuaria condena enérgicamente el atentado perpetrado la tarde del 7 de julio contra un colaborador de una terminal portuaria en el sector conocido como “Bendición de Dios”. Aunque por fortuna, la víctima resultó ilesa, el ataque replica el mismo patrón violento registrado meses atrás y confirma que esta, se ha convertido en una zona de inseguridad crónica”, se leyó en el comunicado.
Y a la solicitud de Asoportuaria también se sumó la de la Cámara Colombiana de la Infraestructura - Seccional Norte, que alertó sobre el “impacto que este tipo de sucesos genera en la operación logística, el transporte de carga y el entorno empresarial del sector portuario, así como a la ciudadanía en general que transita por el corredor, afectando no solo la percepción de seguridad, sino también la competitividad de un eje clave para el desarrollo del Caribe colombiano”.