El evento estuvo cerca de no realizarse por el temor expresado por muchos mexicanos a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, sin embargo, hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos dieron un paso al frente y decidieron correr por sus padres y por todos los inmigrantes indocumentados.
En el operativo fueron incautados ocho kilos de esta droga, cuando iban a entregarse a plena luz del día en un parqueadero de un centro comercial en Madrid.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos indicó que estos programas fueron utilizados de manera indebida.
Expertos coinciden en que la confiscación supone un duro golpe para Caracas al incrementar la incertidumbre entre los exportadores.