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María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia, habló sobre la descertificación que le realizó Estados Unidos a Colombia en lo que tiene que ver con su lucha antidrogas.

En diálogo con EL HERALDO, la dirigente gremial señaló que esta decisión del gigante norteamericano (mayor socio comercial que tiene Colombia) viene siendo un llamado de atención, y que la cooperación que ha tenido Colombia históricamente con Estados Unidos sigue, y se abre una “ventana de corrección” condicionada a resultados.

¿Cómo queda Colombia con la descertificación con Estados Unidos?

Tal vez el mayor problema no sea la medida en sí, sino el cómo evolucione el asunto. La descertificación llegó acompañada de una exención por interés nacional, no hay sanciones automáticas, la cooperación sigue y se abre una “ventana de corrección” condicionada a resultados. La medida es un llamado de atención por desempeño insuficiente frente a los criterios de esa ley.

La exención (waiver) confirma que la relación es estratégica y que la corresponsabilidad cuenta. Pero si respondemos con soberbia y poco sentido práctico, pueden venir recortes de asistencia, mayores dificultades para acceder a financiamiento multilateral y un alza en la prima de riesgo, que encarece el crédito para empresas y para el Estado, con menos inversión, menos empleo y menor capacidad de financiar políticas sociales.

¿Claramente se puede decir que es una advertencia?

Podríamos usar un símil del fútbol. Colombia tiene tarjeta amarilla; el país queda ante un llamado de atención serio en materia de lucha contra las drogas, pero con una puerta abierta para corregir esta situación. Como está planteada la descertificación, se mantiene la cooperación bilateral; somos un socio estratégico. No obstante, hay que reforzar esfuerzos en erradicación, interdicción, extradición y cooperación; debemos mostrar resultados verificables.

¿Qué le representa esta decisión al país en diferentes ámbitos?

Si bien no habrá sanciones automáticas para Colombia, la descertificación no es una buena noticia para el país. Representa para Colombia un escenario de mayor escrutinio internacional y la necesidad de gestionar con base en resultados. En el ámbito de la seguridad, implica reforzar una ofensiva integral contra el narcotráfico y las estructuras criminales que lo sostienen, con acciones concretas y verificables.

Desde el punto de vista diplomático, la decisión obliga a fortalecer los canales de comunicación con Estados Unidos y a coordinar estrategias conjuntas que respondan tanto a las prioridades nacionales como a las expectativas de nuestro principal aliado.

¿Cómo hacemos para recuperar la confianza de EE. UU. en un año?

Estados Unidos ha sido claro en cuál es la expectativa y lo que espera de Colombia. Para recuperar la confianza de Estados Unidos en los próximos 12 meses, lo primero es contar con una hoja de ruta clara, verificable y pública, que incluya entregables periódicos.

La confianza no se reconstruye con discursos, sino con resultados tangibles que puedan ser medidos y reportados.

En ese sentido, es fundamental mostrar una reducción real de los cultivos ilícitos y de la producción de cocaína, con metas por región, responsables definidos y cronogramas de cumplimiento.

A esto se debe sumar el fortalecimiento de las incautaciones y de las operaciones conjuntas, con indicadores que evidencien impacto en la desarticulación de redes criminales, laboratorios y fuentes de financiamiento ilegal.

Otro aspecto clave es el restablecimiento pleno de las extradiciones, sin excepciones, como una señal inequívoca de compromiso con la cooperación judicial y la lucha contra la impunidad.

Finalmente, será necesario fortalecer la coordinación interinstitucional dentro del país entre Gobierno, Fuerza Pública, Fiscalía y gobiernos locales, al tiempo que se refuerza la cooperación internacional. Recuperar la confianza es posible, pero exige evidencia, disciplina y voluntad política para mostrar avances en el corto plazo. Eso será muy clave para poder recuperar la confianza en nuestro principal socio comercial, que es EE. UU.

¿Cómo cree que esto pueda afectar al comercio exterior con Estados Unidos?

La exención por interés nacional de Estados Unidos evita impactos automáticos en el comercio. Estados Unidos sigue siendo nuestro principal socio comercial. Pero no debemos confiarnos. Si bien la revisión del cumplimiento de las obligaciones de Colombia, por ley de Estados Unidos, debe hacerse dentro de un año, antes de ese tiempo el presidente Trump tiene la potestad de revisar la exención y eliminarla si considera que el Gobierno de Colombia, a pesar del llamado, no está implementando las medidas que se esperan.

En ese escenario, las afectaciones comerciales podrían ser graves para el país, por ejemplo, si se aumentan las restricciones o alertas de viaje para Colombia, teniendo en cuenta que desde Estados Unidos llegaron a nuestro país 1,1 millones de viajeros, que a su vez dejan una derrama económica importante en las regiones en gastos de comida, transporte y otros servicios relacionados.

Las sanciones también podrían implicar limitaciones a financiación multilateral para proyectos claves de infraestructura en Colombia. Con resultados tempranos y comunicación técnica a las contrapartes, el comercio puede mantenerse estable e incluso fortalecerse.

¿Puede incluso caer la inversión extranjera ante esta decisión de EE. UU.?

Existe ese riesgo si no se muestran avances; la descertificación tiende a encarecer el financiamiento y a posponer decisiones de inversión. La respuesta es acelerar resultados en los tres frentes señalados por Estados Unidos, reforzar seguridad jurídica, destrabar trámites y ofrecer señales de estabilidad.

Con una gestión creíble y datos verificables, el país puede contener la cautela de los inversionistas y así recuperar su apetito por Colombia.