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El ecosistema fintech en Colombia sigue fortaleciendo su posición como uno de los más activos de América Latina. Según el reporte Finnovista Fintech Radar Colombia 2025, el país dispone de 410 fintech locales en funcionamiento y 268 compañías foráneas en operación, lo que totaliza un total de 678 startups del sector en operación.

Este incremento constante no solo muestra el progreso en innovación y servicios digitales, sino también una repercusión directa en el sector laboral. De acuerdo con el informe Fintech Snapshot 2024 de Colombia Fintech, la industria ya crea 29.923 puestos de trabajo directos, corroborando su función como impulsor del crecimiento económico y la actualización financiera.

Un estudio de Kaspersky revela que en Colombia, solo el 39 % de personas se siente seguro usando banca en línea o monederos digitales, lo cual refleja que aún se persiste una importante desconfianza entre los usuarios al compartir sus datos en plataformas financieras digitales.

La confusión entre fintechs legales y entidades fraudulentas, sumada al desconocimiento general sobre los servicios financieros digitales, ha hecho que muchos usuarios mantengan reservas, especialmente aquellos que tradicionalmente han estado excluidos del sistema financiero formal.

“A esto se suma una percepción muy establecida, ya que para muchas personas, la seguridad financiera sigue estando ligada a la presencia física de oficinas, cajeros o puntos de atención. Con el nacimiento hace más de 10 años de Nequi y Daviplata se abrió el camino hacia lo digital, mostrando a los usuarios que las plataformas digitales financieras son reales e invitando a vendedores y compradores a implementar medios digitales de pago. Aun así, en la economía informal aún prevalece el uso básico de plataformas digitales, sin aprovechar herramientas como créditos, seguros o inversiones que también ofrecen’’, indicó Federico Gómez, CEO y cofundador de la fintech Plurall.

En ese sentido, sostuvo que las fintechs están llamadas a democratizar las finanzas en el país, pero su verdadero impacto no depende solo de la tecnología o la inversión, sino de la confianza. En un mercado donde el desconocimiento es la norma, ganarse esa seguridad es el mayor diferencial.

“Aunque Colombia cuenta con una de las regulaciones más avanzadas de la región, que permite innovar y proteger al consumidor al mismo tiempo, aún hay espacio para fortalecer la relación con el usuario. En otras naciones, existen herramientas como sellos de confianza que identifican a las entidades legales y confiables; implementar algo similar en nuestro territorio podría ser clave para seguir cerrando la brecha entre el ecosistema digital y quienes aún dudan de él”, agregó Gómez.