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Y qué hay de la vida de | “Los arqueros de hoy son mucho más completos que los de antes”: Esteban Pogany

El argentino, que pasó por el arco rojiblanco en 1984, se encuentra en Barranquilla para participar esta tarde en el Juego de Estrellas.

No tienen que elevar la mirada y remover el álbum de la cabeza por un largo rato. Aunque solo permaneció un año (1984) custodiando la portería de Junior, los hinchas empedernidos lo recuerdan claramente. La técnica, sobriedad y seriedad de Esteban Pogany como arquero hizo que su nombre se grabara en la memoria de los seguidores rojiblancos.

Luego de 36 años de su paso por los Tiburones, ya con 65 calendarios encima, el argentino vuelve a Barranquilla para participar en el Juego de las Estrellas (ver recuadro). Antes de revivir viejas épocas en la cancha, lo hizo en EL HERALDO.

P.

¿Qué hay de la vida de Estaban Pogany?

R.

Yo soy entrenador de arqueros, estuve durante diez años en la selecciones infantiles de Argentina, también estuve como técnico y ayudante de campo con ‘el Bambino’ Veira durante muchos años. También trabajo con la Fifa capacitando a entrenadores de arqueros. Actualmente también estoy laborando en Lanús con las divisiones menores.

P.

No ha dejado el fútbol…

R.

Para nada, es una pasión increíble. Vengo a Barranquilla después de dar unos cursos en otros países. Pasé de un aeropuerto a otro para poder estar aquí.

P.

A pesar de que usted solo jugó en Junior en 1984, la gente lo recuerda mucho y gratamente…

R.

Creo que fue porque le dimos muchas cosas al equipo, una entrega total. Siempre rescato la posibilidad que tuvimos de vincularnos con los jugadores colombianos. Les transmitimos una manera de pensar y una disciplina profesional. Creo que les ha servido mucho. La gente lo percibió. Aparte tuvimos buenos resultados, jugamos Copa Libertadores contra Santos y Flamengo, el estadio siempre estaba lleno, a la hinchada le gustaba nuestra manera de jugar. El cariño de la gente de Barranquilla es increíble.

P.

¿Qué recuerda del ambiente de la ciudad?

R.

Hacía 36 años que no venía a Barranquilla y estoy sorprendido, encontré otra ciudad realmente. Lo que recorrí está totalmente nuevo o mejorado. Me ha sorprendido grátamente, pero lo que rescato siempre es el cariño, la gente de Barranquilla tiene una cordialidad increíble.

Pogany tomó la cabeza de Tutino como balón.
P.

¿Y qué recuerda de sus compañeros?

R.

 Primero que nada, recuerdo mucho a mis compañeros de puesto, Javier Chimá y José María Pazo, a quien me he encontrado en torneos sudamericanos, yo con la selección Argentina y él con Colombia. Sé que hoy está en Junior y me da una gran alegría. Los recuerdo a todos, Dulio Miranda, Tony Salja, Mario Coll, Juan Carlos Abello, Fiorillo, Kiko Barrios, Amín Bolívar, toda la plantilla. Pasé tan solo un año, pero fue muy intenso e inolvidable.

P.

¿Cuál de los jugadores criollos de ese entonces lo sorprendio?

R.

Me sorprendió de una manera increíble Didí Valderrama. Jugó conmigo en el Unión Magdalena y después pasamos juntos a Junior. Me pareció un jugador increíble. Ya había dicho en otra nota en EL HERALDO que Didí me hacía recordar a Pelé por la formar de jugar. Me parecía un crack descomunal. Anteriormente también vi a otros grandes jugadores como Willington Ortiz, Diego Umaña y ‘El Pibe’ Valderrama.

P.

¿Por qué ese Junior de 1984 no alcanzó el título si jugaba tan bien?

R.

Nos faltó muy poquito. Lo disputamos contra el América, como sucedió ahora, y nos terminpo ganando al final. Fuimos animadores durante todo el torneo. No nos alcanzó.

P.

¿Qué anécdotas recuerda de ese Junior?

R.

Me acuerdo que los primeros días llegaban todos con unos equipos de música gigantes debajo del brazo, en ese momento estaban de moda, y la música estaba a todo volumen en el vestuario. Nos juntamos entre todos y los argentimos dijimos que no estábamos acostumbrados a eso. Dijimos que se debía suspender eso a la hora del entrenamiento, que cuando se terminara sí podían hacer lo que quisieran, pero no durante el entrenamiento. Los chicos colombianos lo aceptaron sabiendo lo mucho que les gustaba la música. Logramos una disciplina y una amistad que nos hizo llegar a la final.  Los argentinos éramos Carlos Ischia, ‘Patón’ Bauza, Carlos López y yo.    

P.

¿Cómo manejaba las bromas que solía hacer Juan Carlos Abello?

R.

Muy bien, justo ayer (el jueves) me reuní con él. Me recordó que siempre que jugábamos los ‘picaditos’, él se ponía los guantes y hacía de arquero, yo lo enfrentaba, le pateaba y nos divertíamos muchísimo. Era una persona muy agradable y divertida, le ponía mucho fuego y alegría al grupo. 

P.

¿Vio el resumen de la final entre Junior y América?

R.

¡Sí! ¡Claro que sí! Pensé que Junior se iba a llevar el título porque tenía un gran equipo. Se hizo un buen trabajo a lo largo del año, si no no se llega a las finales.

P.

¿Qué tanto han cambiado los arqueros hoy en día?

R.

El puesto del arquero se modificó totalmente cuando se produjo el cambio reglamentario del pase atrás, que no la puede tomar con la mano. Ahí cambio el fútbol y la función del arquero. Cuando jugaba yo, era entre 15 y 20 acciones, actualmente hay entre 60 y 70 acciones por partidos. Existe un porcentaje de 70% de juego con los pies y 30% con las manos. Todo se ha invertido totalmente. Los arqueros de hoy son mucho más completos que los de antes.

Arriba: Dulio Miranda, ‘Patón’ Bauza, Pedro Blanco, Omar A. Galván, Esteban Pogany y Carlos Ischia. Abajo: Mario Coll, Didí Valderrama, Kiko Barrios, Amín Bolívar y Óscar Bolaño.
P.

Tienen que saber jugar con los pies…

R.

Sí. Además hay otra cosa fundamental, la pelota ha cambiado su velocidad. La gente dice: ‘es mucho más liviana que antes’. No, la pelota pesa lo mismo, el peso está reglamentado, pero antes absorbía barro y tierra, lo cual la hacía pesada, en cambio ahora, el material no absorbe nada y la pelota va rapidísimo. Aumentó tres veces la velocidad en los últimos 12 o 15 años. La velocidad del ser humano es la misma, entonces el arquero tiene que compensar eso con buena ubicación y gestos técnicos correctos, si no, no resuelve.   

P.

¿Por qué los arqueros de antes encajonaban más los centros?

R.

Es fundamental en eso el perfil que ocupan, sobre todo en pelotas paradas, el cómo se perfilan. Se comenten muchos errores en eso. Si se perfila mal, no puede saltar.

P.

¿Cuál es el mejor arquero que ha visto en toda su vida?

R.

 Para mí, ‘el Pato’ Fillol.

P.

¿Y en la actualidad?

R.

 A mí me gusta Ter Stegen (Barcelona) y Esteban Andrada (Boca). Está actualmente en Boca, lo tuve durante cinco años en las selecciones juveniles. Me parece un arquero brillante. Creo que se está adelantando a la función del arquero. No ataja en el arco, lo hace en toda el área grande, está un paso delante de todos.

P.

Explique un poco más en qué consiste lo de Andrada…

R.

Él toma riesgos. Hay momentos que él está demasiado adelantado, achicando la jugada, previendo, por ejemplo, que el centro irá atrás. En vez de ubicarse cerca al arco, está prácticamente en el área chica, por eso gana muchos metros y corta muchísimos centros, pero arriesga mucho también. Sale en forma excelente, por arriba es muy bueno. 

P.

¿Ter Stegen por su facilidad para manejar el balón en los pies?

R.

Ter Stegen juega bien con los pies, pero además tiene muy buena ubicación y una técnica perfecta.

P.

¿Y un arquero promisorio?

R.

 En Argentina viene una camada joven buena, hay un chico que se llama José Devecchi, que está en San Lorenzo. Nosotros en Lanús tenemos a Rocco Ríos Novo, que está en la sub-17 y tiene un gran futuro. 

P.

¿Qué piensa del VAR?

R.

No me gusta. Definitivamente no me gusta porque el fútbol tiene un componente físico y psicológico. Uno está jugando un partido, está presionando y logrando acorralar al rival, y de repente te lo cortan y está cinco minutos parado. Cambia totalmente la historia del juego. Aparte, hasta ahora, no me ha mostrado a mí una claridad suficiente para confiar plenamente en su uso.   

P.

¿Qué le gustaría suprimer del fútbol y qué le gustaría agregarle?

R.

Me gustaría que los saques de banda fuesen con el pie. El fútbol continuamente ha estado cambiando y hay que adaptarse a esos cambios.

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