
El gringo que tiene a los boxeadores locales al trote
James Gogue es un entrenador de boxeo nacido en California. Trabaja en Barranquilla desde septiembre de 2018.
En un rincón oscuro del gimnasio, el sonido de unos guantes de boxeo se confunde con la voz de un hombre bañado en sudor. Sin camisa y con una bermuda de militar que le queda ancha, le habla con rudeza a su pupilo, que a duras penas logra entenderle por los gestos que hace. “¡Go! ¡Go! ¡Go! ¡Go!”, le grita con fuerza el hombre mientras mira fijamente al boxeador. El entrenador sigue hablando en inglés y el pugilista barranquillero Jeovanis ‘el Meke’ Barraza sigue ‘gringo’.
James Gogue nació el 2 de junio de 1962 en California, Estados Unidos. Prácticamente toda su vida se la ha entregado al boxeo, ya tiene 31 años formando pugilistas con ese estilo agresivo que lo caracteriza. En julio de 2018, Gogue, de cabeza rapada, aterrizó en Barranquilla y desde septiembre de ese mismo año comenzó a trabajar en el gimnasio de boxeo de la cuerda Cuadrilátero.
“A Barranquilla llegué en julio. Desde el segundo día de estar aquí supe que este era el sitio donde quería estar. Gracias a Paolo Vega que me trajo a Barranquilla. Estaba revisando varios sitios y Paolo me dijo que mirara en Cuadrilátero. He estado en diferentes partes del mundo, en Estados Unidos, México, pero cuando llegué aquí mi corazón dijo: aquí tengo que entrenar. Mi intuición así me lo hizo saber”, sostiene James que se ha convertido en el centro de atracción del gimnasio.
Pero Jeovanis no es el único boxeador que no le entiende al estadounidense al que le cuesta decir más de tres palabras seguidas en español. James se las ingenió para que sus pupilos no estuvieran en las nubes con el idioma y comprendieras sus conceptos.

“No le entendemos perfecto. Él nos traduce a través del celular con la aplicación del traductor de Google. Allá arriba en el ring sí le entendemos porque el boxeo es uno solo y sabemos las cosas que tenemos que hacer”, asegura Robert Barrera.
“A pesar de que no entiende muy bien el español, sabe poco, ahí nos estamos entendiendo con una aplicación que él tiene que es el traductor de Google. Él me dice las cosas a través del traductor y yo le voy entendiendo. Cuando se molesta y comienza a decir sus palabras en inglés sin usar la aplicación, ahí sí que me cuesta entenderle. Es muy difícil sobre todo en los entrenamientos, pero ahí vamos adaptándonos”, agrega en medio de risas ‘el Meke’.
Gogue llega desde las 8:30 de la mañana al gimnasio y se va a las 4 de la tarde. Su estilo para enseñar es rudo. No tiene compasión con sus boxeadores, pues asegura que en el ring la tendrán difícil. Trabaja mucho la mentalidad del pegador y considera que ahí es donde está la fortaleza para que salgan victoriosos.
“Yo entreno como lo hago en Estados Unidos. Hay que ser agresivo porque este es un deporte para hombres, por eso hay que hacerlo de esta manera. Este estilo lo aprendí en Estados Unidos con los mejores maestros, por ejemplo Emanuel Steward. No estamos para un estándar femenino, este es un deporte de hombres. Rudo, ese es el camino. Esto no es un partido de tenis de mujeres. Si no entrenas fuerte alguien te lastima allá arriba. He visto dos personas que murieron en el ring y hay que estar preparados porque te pueden lastimar. Hay que prepararse bien”, apunta el hombre que tuvo un gimnasio en Texas y lo vendió.

James les habla con carácter a sus pupilos y cuando debe enojarse lo hace sin ningún problema. También usa un ‘manduco’ de fomi, (que no hace daño) para ‘pegarle’ a sus boxeadores. Pero este estilo no les disgusta a los boxeadores, quienes consideran que esto los ayudar a tener más carácter durante sus combates.
“Eso es lo que necesita un boxeador, esa rudeza. Que te hablen con carácter, si te dicen las cosas ‘mamando gallo’ no les vas a prestar atención. Es un buen entrenador y yo le he aprendido mucho”, apunta Robert Barrera.
“Ese estilo de él nos va a servir de mucha ayuda. En las peleas eso va a hacer que se desgaste el rival”, agrega Barraza.
James, que perdió a sus padres (la mamá murió hace dos años y el papá hace 7), no duda que en el gimnasio Cuadrilátero hay pugilistas con mucho potencial y que podrían llegar a convertirse en campeones mundiales, pero deben trabajar con disciplina y dedicación.
“Aquí en Barranquilla hay muchísimo talento, pero el talento en sí no significa nada, hay que complementarlo con trabajo duro todos los días. La receta para ser un buen boxeador es dedicación, compromiso, ética profesional, fortaleza. Ya he tenido la oportunidad de entrenar en distintos lugares de Estados Unidos como Las Vegas, Los Ángeles, Texas, pero yo quería encontrar algo distinto y me puse en la tarea de buscar y explorar otros lugares distintos como México y Europa, pero al final supe que aquí era donde quería estar porque mi corazón me lo dijo. Este es un gimnasio bastante pobre, sin embargo el ambiente que aquí hay es bueno”, sostiene Gogue.

“Cuando ellos escuchan mi voz fuerte ya saben que no estoy contento. A través de los gestos también nos entendemos”

‘Profesor de español’
Álvaro Mercado, también entrenador del gimnasio Cuadrilátero, se ha convertido en el ‘profesor’ de español de James, quien luce contento en Barranquilla.
“Desde que llegó hemos tenido buena empatía. No tenemos problemas. Yo soy su profesor de español. Ya lo conozco y lo sé manejar. Le enseñado a decir dichos de Barranquilla, él está contento aquí”, dice Mercado mientras sonríe.
Pero sus pupilos no solo le sacan el jugo a sus enseñanzas, también buscan las forma de hacerlo de otra forma. “Mis pupilos siempre me piden plata prestada, me ven como un cajero automático andante. Todos los días me piden plata, plata, plata, me hacen sentir como un dealer de blackjack”, asegura James mientras suelta una larga carcajada.
Por estos días James Gogue se enfoca especialmente en Jeovanis ‘el Meke’ Barraza, que el próximo 6 de julio en el coliseo de combates Sugar Baby Rojas, desde las 7 p.m, se enfrentará al venezolano Gabriel Maestre, en la pelea estelar de la velada ‘Prueba explosiva’.
“Lo entreno para que sea un campeón Mundial no para una pelea en Barranquilla. Su adversario ya peleó en dos olímpicos y hay que estar preparado”, sostiene el experimentado entrenador con relación al pleito de su pupilo.
Feliz en su soledad
James se considera un hombre feliz. Vive en frente del gimnasio. Es amante del rap y de las “mujeres hermosas”, pero dice que nunca ha tenido una relación sentimental, prefiere estar solo.
“Por mi compromiso con el boxeo nunca tuve relaciones sentimentales con mujeres. No tomo ni fumo, solo me gustan las mujeres hermosas. Barranquilla me encanta, mi corazón la ama, me encanta el clima”, dice.
James Gogue cumplió 57 años el pasado 2 de junio, pero no los festejó, hizo lo que siempre ha hecho desde que llegó a Barranquilla: levantarse temprano para ir a entrenar a sus muchachos en el gimnasio Cuadrilátero.