La noche en el estadio Metropolitano empezó mucho antes del pitazo inicial. Desde que Junior pisó el césped, el clima ya era de final y de desahogo, con un público que empujó como si cada tribuna jugara su propio partido, en medio de un marco espectacular. Cuando el árbitro marcó el final, el 3-0 frente al Deportes Tolima no solo dejó a Junior con media corona en el bolsillo, sino también la sensación de haber vivido una de esas noches que quedan grabadas en la memoria colectiva de todo el ‘juniorismo’.
Alfredo Arias, todavía con la adrenalina a flor de piel, explicó el desarrollo del partido desde una idea clara: salir a atacarlos.
“La explicación es que tengo jugadores valientes. Hoy nosotros salimos con un planteamiento con Chara, Rivas, Enamorado, Paiva, Castrillón, mandamos —arriba— a Guerrero, a Suárez, y nos fuimos encima de ellos. Cada vez que salieron jugando —el rival— tratamos de aprovecharnos de su fortaleza para convertirla en debilidad”, afirmó.
El técnico uruguayo sostuvo que el antecedente del duelo perdido en la fase regular había sido clave en la preparación de este primer juego de la final.
“Habíamos visto el video del partido que perdimos con ellos a acá —1-0 en el ‘Todos contra todos’— y vimos que ese partido fue totalmente mentiroso. Ese día erramos muchos goles. Entonces creo que nos llenamos de confianza para saber que si volvíamos a repetir lo que hicimos ese día y teníamos la efectividad de meter una pelota, luego iban a entrar varias. Pero todo es virtud de mis jugadores, ellos son los dueños de la verdad en este juego”, remarcó, devolviendo el protagonismo a quienes ejecutaron el plan en el campo.
El ambiente del Metropolitano fue otro de los factores que el entrenador destacó con énfasis. El Coloso de la ciudadela vivió la noche de este viernes una de las salidas más grandes en la historia del fútbol colombiano. Bengalas, pirotecnia, luces. El máximo escenario de los barranquilleros se tiñó de rojo y ese ‘monstruo de mil cabezas’ se tragó por completo al Deportes Tolima.
“Yo me di vuelta antes de empezar el partido, cuando estaba suspendido por ese recibimiento tan impresionante, y le dije a Teo, con gestos, que nunca había vivido una cosa igual. Y miren que yo he jugado y he dirigido en muy buenos equipos, pero la verdad lo de hoy (el viernes) no lo había vivido. Esta gente —los aficionados que fueron ayer al ‘Metro’— merecía irse contenta en el último partido que verían en el Metro, porque se va a cerrar varios meses para hacer una reforma, y mis jugadores se merecían un recibimiento así y un partido como el que hicieron”, manifestó.
Pese a la contundencia del resultado, el técnico evitó cualquier atisbo de exceso de confianza de cara al juego de vuelta. “Es muy pronto para poder contestar si vamos a hacer variantes o no (para el juego de vuelta). Nos tomaremos la mañana —de este sábado— para recuperar y en la tarde empezaremos a analizar ese partido”. En ese análisis, dejó claro que hubo detalles a corregir. “Siempre hay que corregir cosas. Los errores son los que enseñan y hoy cometimos algunos, pero el resultado los maquilló y los escondió un poco, pero que no podemos cometerlos allá”. Y cerró con una advertencia cargada de prudencia: “Este es un paso importante, pero nos falta el decisivo en cancha de ellos. Allá iremos con la misma humildad, el mismo respeto, callando la boca, no hablando de más”.
Arias también explicó la apuesta por Jesús Rivas en lugar de Guillermo Celis —no ha logrado recuperarse del todo de su lesión muscular—, una decisión que dio resultados.
“Nosotros esperamos a Guillermo Celis hasta el final, porque es un jugador que se ha entregado muchísimo y que nos ha sido muy útil al lado de Didier. Yo creo que ese marco de público y lo que me imaginaba del partido necesitaban ahí a un jugador más que se asociara, que jugara, que se preocupara de la marca, pero que ellos tuvieran que preocuparse de marcarlo, como Jesús Rivas. Casi hace un golazo, sino hubiese redondeado una noche muy buena el muchacho. Esa fue la decisión, atacarlos un poquito más”, dijo.
Finalmente, Arias rechazó la idea de que el rival haya hecho concesiones. “Hacía once partidos que no perdía el Tolima y no había recibido un solo gol en los cuadrangulares. Pero ellos no cambiaron nada ante nosotros, jugaron con el mismo planteo, los mismos jugadores, el mismo sistema con los que jugaron esos once partidos. Entonces no fue que el Tolima nos facilitó las cosas, sino que mis jugadores lo superaron. Tuvimos el mérito de poder encontrar una debilidad”, concluyó.






















