María Alejandra Marín, una capitana soñadora

María Alejandra Marín Verhelst, capitana de la selección Colombia de voleibol, cuenta los días para el arranque de una nueva temporada en la liga francesa, donde su talento brilla desde hace varios años.

Antes de unirse a su nuevo club, el ASPTT Mulhouse, esta cartagenera, de 28 años, dictará una ‘Clínica de Armadores’ en Barranquilla, donde compartirá con niñas que comparten con ella esa pasión por un deporte que sigue creciendo y que ha cogido mucha fuerza en el país, gracias a la labor que ella y sus compañeras han realizado con la Selección.

El trabajar con niñas llena de recuerdos a María Alejandra, que desde los 11 años está metida en el mundo del voleibol, donde ha ascendido de manera rápida, representando primero a Bolívar, su departamento, y luego al país, en las distintas categorías de la selección Colombia.

“De niña practiqué patinaje, natación, fútbol, pero al final me quedé con voleibol porque fue un deporte en el que crecí rápidamente. Por ejemplo, a los 11 años empecé y a los 12 ya fui a la selección Bolívar, a los 13 ya era selección Colombia, y así. Poco a poco fui escalando y me fui apasionando, hasta que dije: ‘no, esto es lo mío’. Sin duda alguna el voleibol me ha ayudado a crecer tanto profesional como deportivamente”, afirma en diálogo con EL HERALDO.

María Alejandra empezó a ver el voleibol como un estilo de vida y fue ahí cuando decidió hacer carrera en el exterior, jugando en Argentina, Francia, Brasil y Suiza.

“Empecé en Argentina a los 19 años. A los 20 me fui para Francia, estuve en un equipo que se llama Mulhouse, donde fui campeona de la liga francesa. Si bien esa experiencia en Francia fue alimentadora, la verdad en lo personal me dio muy duro, por el idioma, por las siete horas de diferencia, el estar lejos de casa. Entonces decidí volver al continente, jugando en la liga de Brasil. Ahí estuve cuatro temporadas. Ya mucho más grande y madura, tomé la decisión de darme una nueva oportunidad en Europa, entrando por Suiza, primero, y luego dando el salto nuevamente a Francia, donde ya llevo dos temporadas jugando con Cannes. Ya habló más el idioma, me defiendo mucho con el inglés y me he acostumbrado a la cultura de acá, entonces ahora estoy disfrutando mucho más la experiencia”, cuenta la armadora colombiana, que volverá a vestir los colores de Mulhouse esta nueva temporada.

‘Mary’ espera seguir escalando en el voleibol europeo para poner todo ese aprendizaje al servicio de la selección Colombia. Como todo deportista, sueña con lo más alto, y entre esos retos está el poder jugar, en algún momento de la vida, en las ligas más exigentes del mundo.

“Sueño en un futuro con jugar en Italia, en Turquía, que son ligas demasiados exigentes. Ya tuve un paso por la brasileña, que es de las mejores, y allá aprendí muchísimo. Me siento preparada”, manifiesta.

María Alejandra se emociona también con todo lo que está viviendo con la selección Colombia, con la que ha jugado un Mundial, unos Juegos Centroamericanos y del Caribe y unos Panamericanos.

Con el paso de los años, el voleibol colombiano se ha ido ganando un respeto en el continente, pese a que el respaldo a este deporte aún no es el esperando en el país, que no cuenta con una liga profesional.

Pese a esto, ella y sus compañeras han llevado un proceso desde hace varios años que ha tenido sus réditos, con clasificaciones a los mundiales y uno que otro triunfo que las llena de orgullo.

“Ya jugamos un Mundial y ahora clasificamos al segundo. Siento que el voleibol colombiano ha ido creciendo bastante. ¿Qué falta apoyo? Sí, claro. ¿Qué de pronto el tema federativo le falta mejor administración? Por supuesto. Pero en los últimos años hemos tenido un mejor apoyo y eso también se debe a lo que yo y mis compañeras hemos hecho en cancha. Siento que con la clasificación a los mundiales este deporte se ha masificado más en el país. Digamos que hemos hecho una buena labor en el voleibol colombiano y eso ha llevado a que ya nos reconozcan, nos vean como sus referentes y que el apoyo sea mucho mayor al que tuvimos nosotras en nuestros inicios”, afirma.

La voleibolista cartagenera tiene restos grandes de cara al futuro con la selección Colombia, todos hoy difíciles de alcanzar, pero eso no la limita a seguir luchando por ellos.

“¿Sueños? Muchos. Clasificar a Colombia a unos Juegos Olímpicos por primera vez. ¿Si es posible? Hoy es complicado por el sistema de clasificación, que nos enfrenta con las mejores selecciones europeas. Ojalá fuera como en el fútbol, que los cupos se definen por continente. Ahí tendríamos más opciones, porque yo creo que hoy podemos pelear con Argentina y Perú, que son, junto a Colombia, las tres selecciones que están por detrás de Brasil, que es potencia mundial”, dijo.

“Otro reto, ganar por lo menos un partido en el Mundial del próximo año. En el pasado Mundial no ganamos ninguno, solo pudimos imponernos en tres sets. No es fácil, porque estamos muy lejos de las grandes potencias, como Brasil, Italia, Polonia, Turquía, Rusia, Japón, China, Francia, que también viene creciendo. Ojalá podamos competir, soñamos y trabajamos para eso”, dijo.

María Alejandra les envía un mensaje a todas esas niñas que hoy comienzan a apasionarse con el voleibol, un deporte del que, según ella, se puede vivir.

“El mensaje que yo les doy es que así como estudiamos para ser las mejores en el colegio, así como estudiamos para ser la mejor en la universidad, también tenemos que capacitarnos para seguir creciendo en este lindo deportes. Para mí es un orgullo representar al país, siento que hemos hecho una gran labor, en la que aún falta mucho. Y son precisamente esa generación que viene atrás la que tiene la oportunidad de mantener y seguir elevando el nivel del voleibol colombiano en el mundo”, concluyó.

La cartagenera María Alejandra Marín estará dando una clínica de armadores en Barranquilla, la cual se realizará el 8 y 9 de junio. Tendrá un costo de 280 mil pesos y las personas interesadas se pueden inscribir en el link de su perfil de Instagram.

“Esta es la primera clínica que se hace en el país. El arte del armador es cambiar, es crecer, es saber dónde jugar en los momentos claves. El armador debe reinventarse constantemente. Ojalá las personas interesadas aprovechen estos espacios, que no son muy comunes, para seguir creciendo en este deporte”, afirmó María Alejandra.