Olvídense que lanzará una granada. No es un adiós con dinamita. No encendió ninguna polémica. No destapó un escándalo. Se marcha en paz. No hay drama. No se victimizó, no se quejó. En sus palabras no se percibe resentimiento ni rencor. Arturo Reyes aceptó con tranquilidad y resignación su salida de Junior.
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'Simplemente no se me dieron los resultados, y los resultados mandan', simplifica el entrenador samario,
En diálogo con EL HERALDO, se refirió a la decisión que tomaron los directivos e hizo un balance de su gestión al frente del equipo.
Reyes resalta que su principal herencia en el club tiburón es el surgimiento de Jhon Vélez y Léider Berdugo. Y hace un mea culpa de los aspectos en los que pudo equivocarse.
Considera que el grupo de jugadores va a pellizcarse con el nuevo entrenador (no sabía que era ‘Bolillo’ Gómez al momento de la entrevista), y reencontrará la ruta del gol y del triunfo.
Pregunta: ¿Qué conclusiones saca de lo que fue su segundo ciclo en Junior?
Pregunta: ¿La mala campaña solo se le achaca a la falta de definición?
Pregunta: ¿De qué se arrepiente?
Pregunta: ¿Qué autocrítica hace?
Pregunta: ¿Algún jugador de los que trajo lo decepcionó?
Pregunta: ¿Qué herencia le deja Arturo Reyes a Junior?
Pregunta: ¿Qué más se atreve a pronosticar de Vélez?
Pregunta: ¿Qué le falta Berdugo?
Pregunta: ¿Se despedirá de los jugadores o no lo va a hacer?
Pregunta: ¿Cómo fue su relación con jugadores veteranos como Sebastián Viera, Carlos Bacca, Juan Fernando Quintero y Didier Moreno?
Pregunta: ¿Cree que se le cierran las puertas en Junior?
Pregunta: ¿Qué lecciones personales rescata de esta segunda experiencia en Junior?























