Increíble, extraordinario e histórico. Los Titanes de Barranquilla derrotaron, este viernes, por un marcador de 98-72 a los Piratas de Bogotá y se clasificaron a la gran final del baloncesto colombiano.
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Son siete las series definitivas las que ha acumulado el quinteto currambero desde su creación. Un récord que sigue escribiéndose en los libros dorados de la pelota naranja.
Para esta ocasión, la hazaña no dejó de ser menos épica que las seis anteriores. Ante un coliseo colmado y la desesperación rival por aplazar las cosas a un compromiso más, los dirigidos por Tomás Díaz pudieron valer su rotulo de favoritos y sentenciar en casa las acciones.
La gasolina Pirata solo alcanzó para cuarto y medio. En ese periodo de tiempo, dejaron algunos indicios de su mejor baloncesto. Sin embargo, su falta de constancia ofensiva les terminó costando la vida en el torneo. Eran un barco a la deriva que se movía a merced de los locales.
Hubo un arranque furioso de 11-5 por parte de Titanes que fue bien controlado por el 'El equipo del Parche', quienes comandados por las manos de Joe Hampton (11 puntos y 7 rebotes) y Jeremy Smith (17 puntos y 6 rebotes) lograron montarse en el marcador por algunos pasajes del juego.
{"titulo":"Llegó la hora de sacar la jerarquía barranquillera","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/titanes-vs-piratas-llego-la-hora-de-sacar-la-jerarquia-barranquillera-955371"}
Tomás Díaz miraba pensativo, se dió la vuelta, charló con sus asistentes e hizo el ajuste crucial de la noche. El estelar Jhornan Zamora (18 puntos y 7 rebotes) pasó a ser la moneda que los Barranquilleros necesitaban para cambiar el rumbo del juego. El escolta venezolano utilizó sus metros para inquietar las intenciones de Smith y frenar las ideas bogotanas.
Así fue como los vigentes campeones cerraron el grifo anotador de sus rivales y acomodaron a sus jugadores en posiciones favorables para trazar el camino hacia su séptima final consecutiva.
Noche redonda para Soren De Luque (13 puntos y 10 rebotes), Ernesto Oglivie (23 puntos y 8 rebotes) y el venezolano Heissler Guillent (12 puntos y 7 rebotes), que volvieron a marcar la diferencia sobre la duela del coliseo Elías Chegwin.
Titanes de Barranquilla, al igual que en su primer título de la historia, tendrá que medirse en la gran final ante el equipo de San Andrés, Caribbean Storm, que en ese entonces era representado por Warriors.
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