De fanático de motores a domador de ellos

La adrenalina que la velocidad inyecta al estar en el volante de un auto puede hacer que cualquiera se sienta capaz de sobrepasar a los demás corredores sin respetar trayectorias ni experiencia.

Así conduce Juan Pablo Vega a bordo de su Jac Veloce. Un joven piloto barranquillero que vuela con las llantas adheridas al asfalto de los circuitos bogotanos y se ha ganado un espacio en el automovilismo nacional al lograr sobresalir en las carreras que se disputan en la capital del país.

Vega compite precisamente en la categoría A del TC 2000, que es uno de los dos campeonatos de automovilismo de velocidad en Colombia, el cual está compuesto de varios niveles, con diferentes reglamentos y características en los autos que compiten en cada una.

Este corredor de 23 años llegó apenas a competir en este certamen en el mes de febrero del actual año, en donde inició su camino en el automovilismo de la categoría A. Previamente había tenido experiencias corriendo cars, en los cuales compitió durante varios meses, y hasta tuvo la oportunidad de pilotear en Estados Unidos.

'Llegué a los cars por medio de la propuesta de un amigo y en ellos estuve corriendo a nivel nacional por alrededor de un año y medio. Después de eso me fui a competir en tres carreras de Estados Unidos: en Homestead, Ocala y en New Orleans', comenta.

'Entré a esta categoría con el fin de saber más sobre el mundo de los carros, para ver si estos me gustaban más que los cars. Las primeras carreras no fueron fáciles porque no tenía tanta experiencia. Pero, con el pasar de las competencias fui mejorando poco a poco y en la cuarta carrera logré mi primer podio', relata Vega.

Luego de lograr afianzarse un poco en esta nueva modalidad para él, ha llegado a destacarse entre los demás pilotos que gozan con más bagaje que el nacido en Barranquilla y en la última carrera del torneo supo quedarse con el primer puesto.

'Fue una gran satisfacción ganar la última carrera, ya que competimos y nos preparamos con mucho esfuerzo para ello', rememora.

Y, a pesar de que es uno de los más novatos en la categoría y es superado por otros corredores en experiencia, dice que ha logrado ganarse un puesto en la clase A gracias a su deseo de competir y el solo pensar en ganar.

'Ha sido un reto porque estoy compitiendo con personas que vienen corriendo desde hace diez o doce años y yo apenas llevo poco más de medio año en esto. Pero esto yo me lo tomo muy en serio y le meto muchas ganas. Eso le puede ganar a la experiencia', alega.

Antes de vibrar con el rugido de los motores, Vega estuvo inmerso en el mundo ecuestre, el cual parecía que iba a ser su vocación. Pero, a los 19 años se dio cuenta que lo suyo eran los caballos, pero de potencia.

'Antes de empezar en el tema de los carros, yo montaba a caballo. Pero antes de cumplir los 20 decidí meterme al automovilismo, porque las carreras de motores siempre me habían gustado', expresa.

'Ojalá podamos ganar el campeonato. Estamos muy cerca de hacerlo porque en la clasificación general estamos de segundos y solamente faltan dos carreras para que acabe el certamen', expone.

El piloto que rueda junto a sus sueños en los circuitos trazados en el Autódromo de Tocancipá, corre única y exclusivamente por el honor de ser el mejor en algo que lo apasiona, pues no hay ningún reconocimiento económico a los ganadores.

Mientras tanto, se prepara académicamente y acrecienta su habilidad al volante, para lograr el objetivo más pronto de ser el gran campeón del TC Clase A y, por qué no, que su destreza en la pista sea su sustento de vida, así como es el caso de su gran ídolo, Lewis Hamilton.