Cambia el saludo, pero el fútbol sigue en los barrios a pesar del coronavirus

Se toman la situación tranquilos y con buen humor. '¡Que se venga el coronavirus para ver si va a aguantar este cipote ‘e calor!', grita uno de los presentes a un costado de la cancha de fútbol del barrio Nueva Granada. Hay carcajadas y más frases jocosas: 'Que venga pa’ levantarlo a Old Parr'. 'Aquí ‘no comemos’ de virus'.

La mayoría de los integrantes de Abogados FC, un equipo de veteranos (de la categoría mayores de 50 años), que se prepara para el torneo de ese sector, cuyo comienzo está previsto en pocos días, dicen que son conscientes de la pandemia que tiene en alerta máxima a todo el mundo, pero este domingo, como si nada, se reunieron en esa localidad para jugar un partido amistoso contra su par de Monómeros.

'Estamos jugando sabroso, sin ningún problema, pero estamos pendientes de la enfermedad', dice Jaime, uno de los miembros de la escuadra de experimentados. 'Como medida preventiva hemos cambiado la forma de saludo (con los codos y los pies). Además, las cuestiones básicas de no tener acercamiento a personas con tos o en el momento del diálogo. También debemos lavarnos las manos constantemente y que cada quien tenga su agua', expresa Guillermo Pérez.

- ¿Cómo marcarán en los tiros de esquina para no estar el uno pegado al otro?- pregunta el periodista a Pérez y un compañero suyo interrumpe el diálogo y grita: 'Vamos a estornudar para que todo el mundo se quite y podamos coger la pelota más fácil. Esa es la estrategia'.

En medio de la hilaridad que genera el comentario, los ‘rodillones’ (la mayoría con más de 60 años) saltaron al polvoriento terreno de juego a las 11:30 a.m., a desafíar a su adversario y a un sol implacable capaz de doblegar a cualquiera. Una pasión intensa que no la frena la alta temperatura y, por ahora, el coronavirus. Durante el juego disputaron cada pelota sin miramientos.

Aunque la mayoría de las ligas profesionales de balompié del universo se suspendieron y muchos eventos deportivos de importancia se han cancelado, en Barranquilla la actividad futbolera recreativa y formativa continúa su curso. EL HERALDO hizo este domingo un recorrido por diferentes puntos y los comités de fútbol de los barrios y muchas escuelas no han presionado pausa todavía. Niños, adolescentes, jovenes, adultos y veteranos se dieron cita en las diferentes canchas para cumplir con las programaciones de las distintas competencias o para ir a acompañar y apoyar a sus familiares y amigos.

En la cancha del barrio San Isidro las emociones comenzaron normalmente a las 8:30 a.m. y se extendieron hasta las 4 p.m. Los equipos Alfonso López y Tiburones afrontaban un partido intenso cuando el reloj marcaba las 12:15 p.m. José Quintero, árbitro del juego, manifestó que tuvieron en cuenta algunas precauciones y sugerencias para desarrollar la jornada.

'Los jugadores que tengan alguna sintomatología deben abstenerse de entrar a la cancha y deben regresar a su casa', dice Quintero, que ve con buenos ojos que las competencias se mantengan activas.

'Entre las medidas del Gobierno está el no entrar en pánico con la pandemia, tomar medidas de precaución y vivir la vida normalmente', agregó con convicción.

En las canchas del barrio El Carmen la posibilidad de contagio de coronavirus tampoco espanta todavía. Los campeonatos infantiles se disputaron con una buena asistencia de público (especialmente en el campo más pequeño).

'Los padres hemos estado pendientes con el tema del lavado de manos. Se les dijo que deben saludar con los codos y no con la manos', dijo Jina Movilla, madre de Julián Acosta, uno de los niños que hace parte del equipo de fútbol Neogranadino, de las categorías 2010-2011, que ayer se enfrentó a Tiburones Los Ángeles en el terreno de juego que se ubica al lado del colegio Sofía Camargo.

Sin embargo, no todos los jovencitos acatan las órdenes y terminan saludándose con las manos casi que por inercia. Varios de los padres de los chiquillos se encuentran tranquilos porque en la ciudad todavía no se ha reportado el primer caso de coronavirus. Esa es una de las razones que exponen los miembros de los comités de fútbol de los barrios para dejar que el balón siga rodando.

'Esta semana seguro se va a tocar el tema para ver si se suspende el torneo, vamos a ver', asegura José Félix Viloria, uno de los árbitros del torneo infantil de la cancha pequeña del barrio El Carmen.

'Sí pensamos en suspender el torneo, pero las recomendaciones de las autoridades dicen que no entremos en pánico y que tomemos nuestras medidas de prevención. Eso es lo que estamos haciendo. Aquí no hay tanta aglomeración, es una cancha abierta', dijo Edwin Zapata, uno de los organizadores de las competencias en la cancha grande del barrio El Carmen.

William Fiorillo, entrenador de Ilusión Naranja, en la categoría 2004, considera que los partidos se pueden jugar mientras se tomen las respectivos cuidados.

'Los niños que esté afectados con cualquier cuadro gripal o fiebre, no deben venir y ni siquiera pueden ir a entrenar, mucho menos venir a los partidos. También estamos usando antibacterial después de los juegos. Estamos haciendo lo básico, sin crear caos', afirma Fiorillo.

'El saludo de hoy fue con el pie y con el codo. Hay que respetar algo que mundialmente se está tratando', agregó el exjugador de Junior.

La Liga de Fútbol del Atlántico tiene previsto iniciar sus campeonatos a partir del 21 de marzo, según su presidente Francisco Sánchez. El máximo directivo de la rectora local le dijo a EL HERALDO ayer que cada comité de barrio tiene la potestad de detener o continuar sus torneos.

En el barrio San Felipe, la iglesia tenía poca afluencia de gente al filo de las 12 m., pero en el parque que se encuentra afuera había niños jugando fútbol y dos mesas con partidas de dominó con varias personas alrededor.

'Yo ya estoy dotado contra el coronavirus', dijo uno de los señores que jugaba dominó mostrando una botella de alcohol, pero etílico. 'Y con este calor eso no resiste', agregó posteriormente.

Tal vez con el pasar de los días, en vista del aumento de los casos positivos de coronavirus en el país (ya se supera los 40), seguramente las medidas de suspensión de encuentros de este tipo y certámenes serán a todo nivel, y así como ya se pararon las ligas profesionales de fútbol y muchos otros deportes, deberán frenar los torneos de barrios para reducir al máximo las posibilidades de propagación de la enfermedad.

Mientras llega la prohibición total, en las canchas barriales de Barranquilla las redes se están inflando.