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Siempre sonriente. ‘El Titán’, Emiliano Villa, uno de los mejores pegadores que ha parido Barranquilla, será el gran homenajeado este viernes en la cartelera ‘Fuego en el Ring’ en el Palacio de Combates Sugar Baby Rojas. Villa, de 66 años, con unos movimientos más lentos, pero con una memoria excelsa, habló con EL HERALDO de lo que fue como boxeador, de sus rivales más engorrosos y de esa espinita que vivirá con él al no ser campeón mundial.

Vive en Santa Marta desde 1991, exactamente en el barrio Villa del Carmen. Sigue ligado al boxeo a través de Indeportes Magdalena y fue por cinco años supervisor en una empresa de vigilancia. 'Me fue bien. La gente me trataba muy bien, pero me hacía falta mi boxeo. Tengo varios pegadores allá', expresa.

El puertorriqueño Wilfredo Benítez, en 1976, y el ugandés Ayub Kalule, en 1980, acabaron con las esperanzas del barranquillero de ser campeón mundial.

'Siempre aparece esa espinita. Y a veces me hago la pregunta del por qué no fui campeón mundial, pero la vida es así. Wilfredo era un gran pegador. Con el de Uganda tuve unas cortaduras y me afectaron. Yo siempre he dicho que la pelea con Wilfredo fue bastante pareja. Pudo ser para cualquiera. Siempre he tenido en mente que fue pareja y pudo ser para mi'.

Villa, un púgil fajador que comenzó siendo estilista porque su padre cartagenero Edilberto así lo quería, recibirá este viernes un reconocimiento que lo llena de orgullo. 'Me hicieron una llamada, me dijeron que me necesitaban y la verdad estoy muy agradecido por acordarse de mí'.

Sobre el actual boxeo profesional, Villa considera que están surgiendo nuevos talentos. 'El boxeo colombiano ha bajado un poco, pero están saliendo muchachos que se les nota un buen futuro. Ojalá la suerte y Dios los acompañe'.

Wilfredo Benítez, Carlos Herrera, Nicolino Locche fueron rivales exigentes para Emiliano, pero cuando habla de golpes recibidos, sus recuerdos se trasladan a Panamá y al 31 de julio de 1976 cuando se enfrentó a Roberto ‘Mano de Piedra’ Durán.

'Con Roberto fue campana a campana. A mí nadie me tumbaba, pero el único que más me tumbó fue ‘Manos de Piedra’. Yo me levantaba, seguía fajado porque era fuerte, guerrero, pero Durán me tumbó, Pegaba fuerte', concluye Emiliano quien incursionó al boxeo gracias a Clemente Rojas y su padre Martín.