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Las colombianas Mónica Sarai Arango y Estefanía Álvarez representaron al país en nado sincronizado durante los Juegos Olímpicos de Río por primera vez en la historia.

Las antioqueñas sorprendieron al público en la modalidad libre con una rutina basada en ritmos caribeños como el mapalé y la cumbia.

“Queríamos mostrar muchos ritmos tradicionales de Colombia, que en Antioquia normalmente no se bailan, pero sí son lo que Colombia muestra al mundo. También estábamos buscando una música con fuerza y el mapalé la tiene”, explicó Mónica a EL HERALDO antes de partir a Río.

Desde el 2012 las antioqueñas vienen ensayando esta rutina, a la que le “ajustaron” el nivel de dificultad y por la que han sido reconocidas por los jueces.

“Las jornadas de entrenamiento de nado sincronizado se hacen largas porque tenemos una hora de gimnasio, una de ballet y otra de gimnasia. Dentro del agua tenemos el tema de precisión, repetir, repetir y repetir. Nos hacen un vídeo y vemos qué se hace diferente. Son de 7 a 8 horas diarias necesarias para cumplir objetivos de este nivel”, confesó Estefanía.

En la rutina libre consiguieron un puntaje de 80.4667 y se ubicaron en la posición 16, mientras que en la técnica fueron 17 con 80.3363 puntos. En la general terminaron en la casilla 16 con 160.8030 puntos.

No clasificaron a la final en la que avanzaban 12 duetos, pero sin duda marcaron un momento histórico en el deporte colombiano, y dejaron a Río bailando mapalé.

EFE
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