Este fin de semana la prensa está llena de artículos que se preguntan qué pasará con Estados Unidos y con la salud de Trump, notas periodísticas que carecen de información certera sobre su estado de salud del presidente porque la Casa Blanca ha decido jugar a la intriga.

En medio de las conspiraciones y de un debate electoral que se ha basado en noticias falsas, en ideas radicales y en la banalización de la democracia, las elecciones de Estados Unidos podrían derivar en la caída de un sistema que ha sido el faro de las naciones occidentales. La estabilidad de Estados Unidos y de sus instituciones ha estado históricamente ligada al ejercicio del poder sobre las demás naciones, como una forma de control político y militar que le ha permitido expandirse comercialmente y tener control sobre las amenazas externas. Si se hace una lectura global de discursos de reconocidos líderes estadounidenses, se entenderá que para Estados Unidos la lucha por la libertad está ligada a la política exterior y la estabilidad al poder militar. Ahora, la lucha por la libertad ha tomado otro camino ante los dogmas trumpistas que intentan en medio del racismo y la ignorancia desconocer los alcances de una democracia que se ha construido para la libertad.

El contexto actual desafía la idea de que los enemigos de sus instituciones son los Estados que no se acogen a sus principios liberales, en tanto, la amenaza a la libertad y a la democracia no es externa sino nacional. Hamilton sostenía que un buen gobierno iba más allá de la protección de la comunidad frente a los ataques externos, pues supone, además, la estabilidad en la administración y en la ejecución de las leyes. Es precisamente la inestabilidad en la administración lo que ha generado el caos actual en Estados Unidos y que amenaza con la reelección de un personaje que cree que está gobernando Springfield y no uno de los países con mayor poder en el mundo.

Los electores deben informarse y verificar en fuentes confiables la información que se comparte en redes sociales e incluso en medios digitales que son principales creadores de contenidos falsos. Las pasadas elecciones en Estados Unidos también mediadas por estrategias reprochables de mentira y desconocimiento; ojalá la incertidumbre de estas no derive en la reelección de un personaje que ha llevado a esta nación a un caos sin precedentes.

@tatidangond