No puede faltar. Ha hecho méritos para estar en ‘la Selección’… de ‘gamers’ o ‘influencers’. El llamado de James Rodríguez a la selección Colombia de fútbol sí es claramente inmerecido, inoportuno e innecesario. En vez de procurar un comienzo de proceso tranquilo, favorable y desmarcado de polémicas en las que lleva todas las de perder, el técnico Néstor Lorenzo encendió una hoguera con la convocatoria del volante que en los últimos seis meses solo jugó un pedacito de partido y se la ha pasado lesionado e inmerso en la consola de videojuegos y en las redes sociales.
Y ese James, que hoy es más ‘gamer’ e ‘influencer’ que el gran futbolista que todos conocimos, que deslumbró en el Mundial de Brasil 2014 y en su primera temporada en el Real Madrid, viene dando tumbos desde hace rato y mal hace Lorenzo en premiarlo con un llamado al combinado patrio en estos momentos.
El DT argentino está sentando un precedente negativo que le van a enrostrar todo el tiempo, y afianzando el pésimo ejemplo que ha venido dando Rodríguez a las nuevas generaciones de futbolistas con su comportamiento poco profesional.
“Así me porte mal, me llaman a la Selección”. Eso es lo que proyecta toda esta situación.
No me opongo a un regreso de James al equipo nacional. Para nada. No nos sobran jugadores con su talento, con su pegada, con su calidad técnica. Pienso que si retoma el camino serio y profesional que lo llevó a la élite del fútbol universal (algo que venimos esperando desde que salió del Madrid), nuevamente se podría convertir en una pieza clave, a pesar de que los años no pasan en vano y ya no goza de impetuosidad y despliegue físico juvenil.
Pero este no es el instante ideal para alentar esa posibilidad. Se está forzando. Tiene que luchar y ganarse ese retorno. Lorenzo no se lo debió poner en bandeja. Manda el peor mensaje. Y flaco favor le hace a James ahora que acaba de incorporase al Olympiacos de Grecia después de ser ofrecido sin éxito a diversos clubes de Europa, en medio de su desespero por salir de Al-Rayyan de Catar, equipo de una Liga modesta competitivamente en la que tampoco pudo brillar.
Muchos equipos europeos rechazaron su nombre, a pesar de su insistencia y abierto ofrecimiento en algunos (como el Valencia), por lo que ha sido su ensombrecido pasado reciente. Por eso resulta más incomprensible e inadmisible que Lorenzo acuda a él justo ahora cuando tendría que estar concentrado en integrarse a su equipo, prepararse y dar lo mejor de sí para recuperar parte del sitial que ha perdido.
Espero que la convocatoria de James no esté atada a exigencias de empresarios de los partidos amistosos ante Guatemala y México, en Estados Unidos (algo que sería más cuestionable aún para Lorenzo y hablaría muy mal de su autoridad y carácter).
Al margen del tema de James y otros veteranos como David Ospina, Juan Guillermo Cuadrado y Falcao García, que sí están activos y jugando con profesionalismo (más allá de que muchos critican la convocatoria del ‘Tigre’), entre los llamados se puede sacar un onceno titular joven y renovado con una cuota de experiencia y liderazgo. Por ejemplo: David Ospina; Daniel Muñoz, Carlos Cuesta, Jhon Lucumí, Yairo Moreno; Wílmar Barrios, Matheus Uribe; Luis Sinisterra, Jorge Carrascal, Luis Díaz; Rafael Santos Borré.