Definitivamente, ojalá jugaran así, como las chicas de la Selección Colombia Sub 17 y como las de la Selección Colombia de mayores, los jugadores de nuestro Junior, tan venido a menos, y hasta los de la muy cacareada Selección Colombia, hoy fuera del mundial de Qatar. ¡Es que da gusto verlas jugar! Puede ser Colombia un país en el que el machismo aún pesa, pero ya es hora que veamos la realidad y aceptemos que en muchos aspectos, como se dice popularmente, las mujeres nos dan sopa y seco a los varones. Y esas chicas lo están demostrando.

Si de materia deportiva se trata, me atrae de ese equipo que está jugando en el lejano país de la India, bien dirigido por Carlos Paniagua, su seriedad y honestidad en el juego, nada de esas falsas caídas ni de las muecas de dolor simuladas por los varones, con esas chicas ese teatro barato no funciona; ellas además, juegan a lo “pibe”, si se caen se levantan enseguida, y como él, van recibiendo y pasando de una, no esperando a que se les encime el contrario para salir del balón cuando ya están tan marcados que equivocan los pases. Sus saques de banda los dirigen a la jugadora más desmarcada, hacia atrás si es necesario, el control del esférico es clave en su juego, y se saben desmarcar. Los del Junior y los de la Selección Colombia, solo los sacan hacia adelante, aunque los del frente estén más marcados que víctima de fleteo y atrás tengan a varios compañeros libres de marca. Por eso pierden casi la totalidad de sus saques de banda. Además, los tiros de media y larga distancia de estas chicas sí van hacia la portería contraria, o muy cerca, no como los del Junior, hacia las nubes. De ellas, me agrada su coraje y su pundonor. Y obviamente, me encanta el juego de Linda Caicedo. Hoy Colombia está en semifinales de ese campeonato, único representante de todo el continente americano, y se enfrentará mañana miércoles a las 6 AM, a su similar de Nigeria. Sugiero madrugar para ver jugar a nuestras chicas. En la otra llave jugarán Alemania contra España.

Por otra parte, inconcebible la odiosa discriminación que se ha mantenido desde la Federación Colombiana de Fútbol hacia nuestras jugadoras, tanto que no han logrado organizar un campeonato profesional femenino con suficiente calendario para que este sea atractivo y consiga motivar a una hinchada que le dé respaldo a cada equipo, como también para que las jugadoras puedan ver el fútbol como una opción de vida y las motive a quedarse en Colombia sin tener que combinar esa profesión con otros trabajos complementarios para poder sobrevivir.

Por todo lo anterior, y no solo porque como siempre, deseo que a nuestros deportistas les vaya súper bien en competencias internacionales, es que me encantaría que nuestras chicas le ganaran mañana a Nigeria, y que ojalá lograran coronarse campeonas, para así demostrar con creces que nuestros dirigentes sí han sido mezquinos e injustos con el fútbol femenino en Colombia, que merecen mucho más que migajas, y que con un buen respaldo, podrían ser ellas las que nos generaran grandes satisfacciones semanalmente en sucesivos campeonatos profesionales en el país, y en los internacionales, así como lo están haciendo hoy con nuestra Selección Colombia sub 17. Puedo ser muy juniorista, pero hoy por hoy, preferiría presenciar un partido de Las Tiburonas en el Romelio Martínez, que uno del Junior en el Metro, y por televisión también. ¡Pilas Telecaribe!

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