Nicolasito, digno hijo de tu padre! Ese fue el saludo del señor Porras, cuando entró a Renoindustriales y me dio un abrazo. No recuerdo su nombre de pila, y eso fue a finales de los 70. Andaba yo en los treinta y tantos, y este intempestivo visitante a mi empresa tendría unos sesenta y pico años. Su presencia generaba confianza y su parla era convincente. Pues sí, Nicolasito, me dijo, este será el libro clave en la historia de nuestra ciudad. “Quién es quien en Barranquilla”. Aquí está la información sucinta de nuestros personajes más importantes e influyentes. Y acto seguido abrió un amplio folder muy bien organizado, y comenzó a mostrarme las fotos de quienes aparecerían en ese importantísimo libro.
Primera página, el gobernador fotografiado con saco y corbata, y debajo de la foto, su nombre, cargo y la historia de sus ejecutorias a lo largo de su vida. Segunda página, el alcalde de la ciudad, presentado de igual manera que el anterior y que todos los personajes siguientes. Así, sucesivamente, el presidente del Concejo, de la Asamblea, el gerente de las Empresas Públicas, el de la Telefónica, el presidente del Country Club, del Barranquilla, del Club Alemán, los directores de EL HERALDO, de La Voz de la Patria, de emisoras Riomar, los presidentes de Monómeros, de Cementos del Caribe, así como propietarios y gerentes de una serie de importantes y medianas industrias, y de reconocidos almacenes de comercio variado. No recuerdo haber visto a mujeres en “Quién es quien en Barranquilla”. Allí aparecían todos fotografiados muy elegantemente vestidos con saco y corbata. Quizás ellas eran más desconfiadas, supuse.
Nicolasito…¡quien no aparezca en mi libro está out! ¡Esa es la verdad! Mira y te muestro, tu vecino, de Soldogás, aquí está, con su record. El judío de Repax, en esta misma cuadra, está aquí, y tú sabes que los judíos no comen cuentos. Tú tienes que estar en “Quién es quien en Barranquilla”. Mostrarte aquí solo vale $10.000, que es una bicoca, y son $8.000 de anticipo porque la edición es muy costosa, el saldo cuando se publique. Los participantes tendrán un descuento del 20% en el primer libro que compren y 30% en los siguientes. Y no acepto publicidad porque este es un libro serio, no una revista. Así que ven mañana con saco y corbata para la foto. Al día siguiente llegué a Renoindustriales con tronco de pinta. Listo pa’ la foto, como diría Diomedes. Y puntual llegó el señor Porras con su cámara, porque él mismo era el fotógrafo. ¡Quedaste regio! Me dijo después del flash. Recuerdo que traté de convencer a mi primo Arturito para que también apareciera en el dichoso libro, pero no lo logré. ¡$10.000 era mucha plata!
Pasaba el tiempo y el libro no aparecía. Y el señor Porras tampoco. Siempre estuve atento al lanzamiento de “Quién es quien en Barranquilla”. Pero pasaron los meses y los años, y nada de nada. Definitivamente, más de un centenar de barranquilleros de nacimiento o residencia fuimos timados, utilizando el señor Porras la más fácil de las estrategias, la de la explotación del ego del prójimo. Siempre me he burlado de mí cuando recuerdo ese episodio, y cada vez que veo alguno de los personajes que me mostraron, fotografiados antes que a mí, me acuerdo del señor Porras. El único consuelo fue que no le pagué los $2.000 del saldo final.
nicoreno@ambbio.com.co
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