Monumento: “Construcción arquitectónica o escultórica de gran valor histórico o artístico, generalmente de grandes dimensiones, que se erige en recuerdo de una persona o hecho memorables”. Hasta ahora el Grupo Tecnoglass ha prometido construir dos monumentos en Barranquilla, y en ambas ocasiones ha cumplido, ¡y de qué manera! Primero, “La Ventana al Mundo”, como un complemento a “La Puerta de Oro de Colombia”, pórtico dorado que se ha quedado solo en verbo, porque de monumento, nanay-nanay. Ojalá sea el próximo de magnitud en nuestra Barranquilla. Ahora, su segundo monumento, “Ventana de Campeones”, o “Aleta del Tiburón”, dedicada a nuestro Junior del alma. Ambos, por lo que representan, por magnitud y belleza se merecen el calificativo de monumentos.

El título de este artículo obedece no solo al cumplimiento de esas dos promesas, sino además, por otra anterior, también cumplida, y una presente que está por cumplirse en el futuro. Cuando en el 2014 EL HERALDO publicó mi columna “Nuestras cúpulas apagadas” haciendo alusión a que no teníamos ni una sola iglesia iluminada en la ciudad, fui sorprendido ese mismo día con un trino que me obligó a escribir otro artículo titulado “¡Una iglesia iluminada!”, esa columna mía comenzaba así: “Cuando muy temprano abrí mi correo el martes 29 de abril pasado, día en que salió mi artículo “Nuestras cúpulas apagadas”, me sorprendí gratamente al apreciar un trino en Twiteer, enviado por Christian Daes, que rezaba: “@nicorenowitzky escoge una cúpula y Alutrafic te la ilumina, tienes toda la razón”. La iglesia que escogí entonces fue la Inmaculada porque es como una isla que se aprecia por todos sus lados. Y Christian Daes cumplió con una bellísima iluminación que 6 años después aún se conserva, financiada íntegramente por el Grupo Tecnoglass y adelantada por Alutraffic. Otra promesa la cual no se ha materializado por responsabilidad mía es la que me hizo cuando le presenté a Christian un programa para iluminar bellamente las fachadas de decenas de casas patrimoniales de Bella Vista, Prado y Alto Prado. Su positiva respuesta fue inmediata, y hasta se realizaron en Alutraffic diseños y pruebas de varias iluminaciones. Pero adelantar esa gestión con el respaldo de nuestra Asociación Cívica “Por Amor a Barranquilla”, sin interés diferente a aportarle a la ciudad, requiere de mucho tiempo, y por eso se encuentra en stand by. Ojalá logre el respaldo de la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo del Distrito, para convertirla en una realidad. Bella tarea para cuando pase el COVID-19.

Y la promesa vigente: El domingo 17 del pasado mes de mayo apareció en EL HERALDO una noticia titulada “Vistazo en Ventana de Campeones”, y en esta Christian Daes hizo la siguiente declaración: “La verdad es que Tecnoglass quiere dejar un legado en varios sitios de Barranquilla que se puedan visitar, y si seguimos con vida y nos sigue yendo como hasta ahora pensamos que no solo serán dos los monumentos, sino 15 o 20 los que alcanzaremos a hacer antes de que me muera”. ¡Y sabemos que Christian cumple! Pero me asalta una inquietud obvia, ¿será que en Barranquilla no habrá más empresarios a los que les nazca ofrecerle a la ciudad otras esculturas de acuerdo con las posibilidades de sus empresas? ¡Porque empresas hay, y Barranquilla sí necesita más esculturas!

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