Cuando se pertenece a cualquier tipo de movimiento fundamentalista, sea este religioso, político o étnico, lo primero que se pierde es el pensamiento crítico y la capacidad de la autocrítica; en estos movimientos se adoctrina, en primer lugar, una lucha del bien contra el mal, evidentemente se le hace creer a los nuevos fanáticos que ellos están del lado correcto de la historia, y a su vez se le da el nombre al enemigo, el Estado Islámico les dice infieles, en las guerras étnicas era su antagonista racial, ejemplo Hutus y Tusis.
En Colombia el adoctrinamiento uribista del mal es la amenaza comunista, castrochavistas, de las Farc, santista, mamerta, terrorista, y bajo esos seis nombres entienden y le dan explicación a los males de la historia de la humanidad.
En los últimos 10 mil años, desde que tenemos rastro de que el humano anda en comunidad, así piensa el fanático. Ahora bien, después de que ya le construyen el concepto de la lucha del bien contra el mal, ya lo ubican en el lado bueno de la historia, ya le identifican el enemigo y le crean una narrativa alrededor de él, con esos elementos de adoctrinamiento lo que sigue es repetir y repetir el discurso hasta que el fanático lo asume como una verdad tatuada en la piel. A partir de aquí usted tiene ya no es un ser humano que reflexiona y cuestiona el mundo, el universo y al ser humano desde su naturaleza como lo planteaban los filósofos griegos y los grandes pensadores orientales. No, a partir de aquí tiene es un soldado adoctrinado y obediente listo y presto para cumplir sus órdenes y deseos, soldado que nunca va poner en duda cualquier decisión o pronunciamiento que diga su líder, aquí tres ejemplos, que fácilmente podrían ser cientos, de cómo los fanáticos uribistas se acomodan a lo que su líder les diga y ellos rabiosamente repiten.
Primero: En las protestas sociales en Venezuela se constituyó el movimiento de primera línea, jóvenes con un escudo de madera y otros tirando piedras a la policía antimotines de la dictadura de Maduro, ante este movimiento social el uribismo los llamó héroes y el mismo expresidente Andrés Pastrana salió a tomarse fotos con ellos, jóvenes soñadores por un mejor país, ahora en Colombia se constituye la misma organización con los mismos elementos, pero como es contra el gobierno uribista estos son vándalos en actos de terrorismo urbano, y hasta trajeron un chileno a adoctrinar en universidades para hablar de la revolución molecular disipada y así decir que detrás de esto hay un movimiento mundial patrocinado por Rusia, reitero los de Venezuela eran jóvenes luchadores.
Segundo: Los colectivos chavistas son grupos paramilitares de la dictadura de Maduro que salen armados con la complicidad de la policía a dispararles a civiles de la oposición, el uribismo los llama asesinos, pero en Cali hay grupos de “gente de bien” que salen armados con la complicidad de la Policía a dispararles a civiles y acá dicen que están en un acto de legítima defensa, estos de acá sí no son asesinos.
Tercero: Cuando la dictadura de Maduro no deja entrar a la CIDH es porque es un dictador violador de los derechos humanos, pero Duque tampoco quería dejar entrar a la CIDH, y fue por que las instituciones colombianas están investigando. Como ven, a los mismos hechos le tienen una repuesta desde el fanatismo y la iglesia uribista, la forma de salir de esto es mayor educación y formar ciudadanos siempre desde el pensamiento crítico, no como fanáticos sin criterio.