37 jugadores han sido preseleccionados por el técnico Carlos Queiroz con miras a los próximos dos partidos de preparación de la Selección Colombia (próximamente serán 24). En ella, se incluyeron solo cuatro futbolistas que actúan en la Liga colombiana, de los cuales tres son arqueros y un único ‘jugador de campo’, Daniel Muñoz, de Nacional. Dato que no es una buena referencia para el nivel del campeonato local, o hay una exigencia mayor de parte del seleccionador.

En cualquier caso, debería ser motivo de análisis y propósito de mejora para todos los actores del fútbol local, particularmente para los entrenadores(los hay y muy preparados), que tienen el acervo, conocen el entorno y cuentan con el tiempo de adiestramiento y convivencia con los jugadores.

Es un tema muy importante que merece más tiempo y espacio. Por lo pronto, me voy a referir a la búsqueda de Queiroz de un ‘8’, un volante interior, esto es, un volante de ida y vuelta, que defienda y ataque y con capacidad para organizar el juego.

Hasta ahora, aparte de Mateus Uribe y alguna prueba con Yairo Moreno y circunstancialmente con Lerma y Cardona, ha querido darle continuidad en esa función (interior derecho) a Cuadrado, más acostumbrado a jugar por los costados. Ese rol pide un gran sentido colectivo y una generosa entrega. Cuadrado aporta mucho de lo segundo y menos de lo primero.

Pide, también, simpleza y responsabilidad en propio campo y cambio de ritmo en el del rival. Cuadrado no es garantía en lo primero y sí en lo segundo. No es precisamente Cuadrado el interior ideal, pero Queiroz quiere exprimirle su experiencia, su humildad para aceptar la adaptación, su noble entrega y su influencia en el grupo. En el último partido ante Venezuela, dio las mejores señales hasta ahora.

Mientras, sigue buscando opciones y por eso, supongo, convoca a Muñoz, el novel mediocampista que tiene características para desarrollar la tarea: despliegue, técnica en la conducción, sentido práctico en la circulación del balón y aterrizaje al área rival.

Habrá que ver cuál es el impacto -positivo o negativo- que le provoque la camiseta de la Selección. Como él, en el torneo local, en mi opinión, hay dos jugadores que naturalmente están dotados para esa función: Rivera del Cali y Cantillo del Junior. Este, desmejorado en su rendimiento en los últimos meses, razón por la que se ve rezagado, aún teniendo mejor manejo, más visión de juego y calidad en la distribución del balón, pero los otros dos tienen más dinámica, más agresividad, más colaboración defensiva y más continuidad y peligrosidad en sus acciones ofensivas. Aportes que exige la función y complacen al técnico Queiroz.