En La vieja Sara, Escalona usa el verbo ‘flequetear’, pero este no está en el diccionario académico ni en los de regionalismos. Sharon N. Marroquín Teusa, Soacha

Lo encuentra en el Lexicón del valle de Upar, de Consuelo Araujonoguera, porque la palabra es un costeñismo de gran arraigo en el Cesar y en La Guajira. Concretamente, Escalona habla de que le regaló a la vieja Sara “un corte blanco con su collar,/ p’a que se haga un traje bonito/ y flequetee por El Plan”. (Este es el único corregimiento de La Jagua del Pilar, el municipio más al sur de La Guajira). Pues bien, ‘flequetear’ deriva de ‘fléquete’, sinónimo de ‘frufrú’, palabras que aluden al sonido que produce el movimiento de las telas del atuendo de una mujer cuando por calles o parques se contonea, para atraer miradas o para lucirles a todos simpática y airosa. En cuanto al sentido de coquetería que entraña el verbo ‘flequetear’, hay un refrán en la región que dice: “Después del flequeteo viene el mareo”, esto es, después de coquetear llegan las molestias del embarazo.

¿Por qué de una mujer fea se dice que es un ‘cuero’? José Ángel Burbano López, Puerto Colombia

En un punto despoblado de la isla La Española, la segunda en extensión de las Antillas, donde se localizan Haití y República Dominicana, a comienzos del siglo 17 se contrabandeaba cueros vacunos. Los europeos que los adquirían, aprovechando la escasez de mujeres en la zona, los pagaban con prostitutas que llevaban desde Europa. Mientras más atractiva fuera la prostituta, más cueros había que dar por ella. Si era poco agraciada, se decía “esa mujer vale un cuero”, expresión que se transformó en “esa mujer es un cuero”, lo que traduce “esa mujer es muy fea”. En realidad, ‘cuero’, referido a la mujer, roza la ambigüedad, pues en distintos países tiene significados opuestos. El diccionario de la Academia registra que en Colombia, Costa Rica y Puerto Rico es “mujer avejentada y fea”, y que en Honduras, Guatemala y México es “mujer guapa y atractiva”.

Sé qué quiere decir ‘pechiche’, pero no de dónde viene. Juan Santiago Echeverría Núñez, B/quilla

Es un costeñismo de origen incierto, quizá voz onomatopéyica en cuanto sus sílabas imitan sonidos que puede susurrar quien acuna a un recién nacido. El Diccionario de americamismos lo confirma como costeñismo: ‘(Col:N)’, o sea, ‘(Colombia:Norte)’,  y lo registra como “cuidado o delicadeza con que se trata a alguien o a algo”, lo que implica que el pechiche no está destinado solo a un bebé, sino también, digamos, a una mujer amada, a un hijo adulto o a un automóvil.

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