A riesgo de parecer reiterativo, necesario es insistir en reivindicar el derecho, y la vez deber, de preguntar. El que no pregunta ni aprende ni llega a Roma. No sé si me alcance para llegar a la “ciudad eterna”, pero por lo menos se intenta:

¿Se perdieron 70 mil millones de pesos en el MinTIC sin que se asuma un costo político? ¿Los organismos de control ya iniciaron investigación formal? ¿Quién o quiénes están detrás de la Unión Temporal a la que el MinTIC adjudicó ese multimillonario contrato amparado en pólizas falsas? ¿Por qué, en un mínimo y lógico gesto que hasta terminaría por hablar bien de ella en un país en donde nadie asume la responsabilidad que le toca, no renuncia la ministra?

Nadie dice que no sea necesario velar por el medio ambiente y el paisajismo, pero… ¿En estos momentos era necesario e imprescindible comprometer en arborización recursos públicos y vigencias futuras que suman un billón de pesos? ¿Qué tan transparente fue ese proceso? ¿Por qué se gestionó y firmó con aparente celeridad? ¿Cuántas propuestas se presentaron? ¿Cuál fue el criterio de selección de la ganadora? ¿Quién o quiénes seleccionaron?

Y ligado con lo anterior y por el tema de las vigencias futuras, ¿Cuál es el estado real de las finanzas del Distrito? ¿Cuánto porcentaje de vigencias futuras está comprometido? ¿Qué compromisos de recaudo adquirimos como ciudad? ¿A quiénes y cuánto se le debe?

Y aprovechando para preguntar por temas viejos, ¿En qué quedó lo del Megatanque? ¿Sabemos algo del Oso Yogui? Del original sabemos que está en Jellystone con Bubu. Del otro, nada.

Asuntos varios: Luego de tantos fracasos estrepitosos y dinero público malgastado en utilizar adoquines en las calles o en el reparcheo con una sustancia de color negro que ni del nombre me acuerdo y que para nada sirve, ¿Se seguirá insistiendo con ello o de una vez por todas se desecharán esas propuestas? ¿Podríamos alguna vez saber quién o quiénes fueron los contratistas que durante tanto tiempo se beneficiaron con ese cuento?

Y para ir concluyendo con algo más trascendente, ¿Será que esta generación de colombianos alcanza a ver un proyecto político serio, propositivo, realmente incluyente, plural, no sujeto a mesianismos y con visión de futuro, sinceramente preocupado por convertirse en alternativa real y unir con argumentos al buen número de ciudadanos que está hastiado de lo mismo? ¿Será que el tan cacareado bien común le gana por fin la batalla al ego y a la soberbia? Queda menos de un año para que se muestre, y sabemos bien que la campaña que se viene será de todo menos leal. Ojalá me equivoque.

Termino como inicié: Preguntar es un derecho y un deber ciudadano. El deber de los funcionarios públicos es contestar lo que les corresponda. Cada uno en su rol tiene a su vez la obligación de respetar al otro. Así no estemos de acuerdo, podemos estarlo en eso. Sería un comienzo.

Pd: Ya que tenemos claro que lo del aeropuerto es un adefesio impresentable, ¿Quién responde?

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@alfredosabbagh